“No soy más que tu fantasía. Tantas veces soñaste que se hizo realidad” cantaba el dúo de heavy metal “Alex y Christina” y, cosas de la vida, el mentalista lagartero Carolus Xavier ha provocado en su última un efecto parecido al conseguir que el pueblo imaginario de Chigüesque se tornara real.
Carolus Xabier es el nombre artístico de Carlos Javier Álvarez, un dotado oriundo de Alajeró y antiguo miembro del grupo folclórico “Bejeque” (en el que la profusión de expedientes-X es tal que ha llegado a ser calificada como parranda paranormal o paranormarranda). Originalmente había optado por llamarse “Charles Xavier”, pero ciertas amenazas provenientes desde el departamento legal de Marvel Comics determinaron un cambio de pseudónimo. “No entiendo porqué”, afirma Carolus Xabier, pese a que todavía circulen por las agencias de espectáculos fotografías de su persona en las que aparecen con las cejas depiladas al estilo del señor Spock y con la cabeza rapada.
La materialización del pueblo creado por los fértiles cacúmenes del grupo humorístico conocido como el Supositorio se produjo el sábado pasado durante una actuación del mentalista en el Teatro Unión Tejina ubicado en el barrio lagunero homónimo. “No sé exactamente qué es lo que pasó” dice el artista “se suponía que tenía que materializar un objeto que estuviera en el pensamiento de alguien del público. Supongo que en ese momento me acordé de que tenía que ir urgentemente a comprar las entradas de último espectáculo del Supositorio, que me encanta, y una cosa llevó a la otra”
La otra cosa a la que se refiere el señor Álvarez fue que el pueblo de Chigüesuqe cobró vida y se materializó en un espacio parecido al ocupado por el pueblo de Springfield en la película de Los Simpson, ya que está conectado con todas las islas del archipiélago.
Reacciones diversas
Las consecuencias de esta materialización han sido de lo más variopinto. Así, los cinco integrantes del prestigioso grupo humorístico están sufriendo serias crisis de identidad al comprobar que decenas de personas con sus mismas caras deambulan por las inverosímiles rúas chigüesqueras. Su representante legal, el abogado del colegio de Nueva York J. J. Murdock ha confesado que pescó a Mingo Efegé ante el espejo de su recibidor musitando las palabras “¡dame pa un cortao!”
Por su parte, el dirigente del CCN Nacho González ha planteado la posibilidad a Eustaquio Parcela, alcalde sempiterno de Chigüesque, de encabezar una candidatura a cualquiera de los cabildos insulares. La carismática figura de un edil que ha ocupado el sillón municipal desde los días de la televisión en blanco y negro parece haber seducido al comité del partido y confían en atraerle a la causa.
Mientras, fuentes bien informadas de las que no tenemos motivo de duda afirman haber visto a Roberto Kampoff intentando inscribir a su favor los derechos sobre el recién aparecido pueblo, aunque la confusión legal insistente ha determinado que el presentador se haya movido infructuosamente entre el Registro de la Propiedad inmobiliaria y el Registro de Propiedad intelectual.
La última reacción hasta el momento de escribir esta crónica ha sido la de la cooperativa platanera palmera COPLACA, que anda buscando a Eutemio Padilla, cronista oficial de Chigüesque para preguntarle qué fue de todas las plataneras que antaño cubrían la comarca circundante a este nuevo municipio.