El nuevo presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres, ha desplegado en las últimas semanas una intensa agenda de reuniones en Madrid con diferentes ministros, para trasladarles las necesidades de las Islas en materias como financiación o carreteras. No obstante, la desazón cunde en el equipo más cercano del presidente, ya que nadie sabe cómo decirle que los ministros están en funciones y que por tanto su capacidad de acción está limitada. A mayor abundamiento, es previsible una repetición electoral que hace aún más incierto el panorama de los compromisos que está arrancando el jefe del Ejecutivo canario.
Una fuente anónima del entorno de Torres señala que «está muy contento con ser el primer presidente no coalicionero en treinta años, cómo le dices que no a ir a Madrid a reunirse con los ministros, te mata de la pena robarle esa ilusión»; no obstante, aclara esa misma fuente que será preciso buscar una estrategia que, sin herir los sentimientos del presidente, le haga entender que aún no hay Gobierno, que los ministros no están plenamente en sus puestos y que los diferentes compromisos que está consiguiendo no van a plasmarse, de momento, en unos Presupuestos Generales del Estado.
Por su parte, desde los diferentes gabinetes ministeriales se asegura a El Baifo Ilustrado que «no nos cuesta nada reunirnos con el chiquillo y escuchar lo que quiera contarnos, y ya si eso si hay Gobierno pues ya lo tenemos adelantado; ahora bien, si hay elecciones y sale otra cosa, pues tendrá que venir otra vez, que seguramente le haga la misma ilusión». «Lo malo es que vuelva con Chano Franquis», apostillaron desde Fomento.