Flores por aviones por la paz.

Organización pacifista promueve taller de lenguaje no belicista para colectivos antimilitaristas.

La celebración el pasado día 7 de junio del Día de las Fuerzas Armadas en las islas tuvo previamente una contestación en la forma de protesta por parte de unas cuatrocientas personas que integran, a su vez, medio centenar de colectivos pacifistas. Desde estas agrupaciones se tildó el acto como una provocación, una invasión y una humillación, recordando que en el referéndum consultivo sobre la presencia de España en la OTAN Canarias votó mayoritariamente en contra, en un velado anhelo de que los resultados de los plebiscitos se apliquen por regiones. Esta protesta ha tenido una respuesta inesperada de parte de un colectivo de corte igualmente pacifista que no se ha integrado en el colectivo Canarias por la Paz, que ha tildado el lenguaje del manifiesto de protesta como belicista.

Tapa la boca del fusil es un movimiento que aglutina los sentimientos pacifistas de quienes aman el buen comer. Surgido a raíz de una iniciativa promovida por la gastrónoma Pam Bhufetta durante la Guerra de la Graciosa, se ha consolidado como un referente en el seno de los movimientos que promueven la paz desde el guachinche. Su portavoz, Belarmino Arregui, nos explica las razones de su protesta.

“Las formas son tan importantes como el fondo en estos casos” -nos advierte el señor Arregui- “así que no tiene ningún sentido el intento de concienciación sobre el gran mal que son las guerras cuando se emplean unos términos tan belicosos. Un discurso así solamente promueve el cabreo y el empute. Tiene tanto sentido como el chiste de Pepe Regueira en el que decía que a los violentos había que molerlos a palos… aunque claro, si recibes el apoyo de una formación como Podemos Canarias, que hoy te justifica a Rusia como ayer aplaudía a Zelenski en el Congreso, ya sabes que algo no funciona.”

Desde la organización han anunciado la próxima celebración de un taller de lenguaje no belicista en el que esas palabras tan gruesas y esas expresiones tan agresivas sean sustituidas por otras más suaves y pródigas en fórmulas como “por favor”, “gracias” o “si a usted no le molesta mucho”.

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