La crisis generada en el seno de Podemos a cuenta de la retirada forzosa de su fundador, el politólogo Juan Carlos Monedero, ha generado una serie de reacciones en el seno de su militancia, en las cuales se ha teorizado en torno a las causas de esta nueva controversia, la cual amenaza con seguir desangrando a la formación morada. Una de las tesis más abrazadas en los círculos es la de una nueva conspiración que está intentando abortar el repunte del partido en las encuestas y las posibilidades de “sorpasar” a Sumar y al PSOE. Sin embargo, a la hora de apuntar a los responsables directos de esta estrategia de acoso y derribo, hay una explicación que destaca sobre el resto: la culpa de todo la tiene Yoko Ono.
Intrigados acerca de los caminos que han llevado a esta conclusión, nos ponemos en contacto con don Listercillo Pecoe, nuestro asesor en asuntos políticos del espectro político a la izquierda del PSOE. “Ahora no me hago llamar así” -nos aclara- “mi nuevo nombre para el partido es Iosifillo Estalincete y en mi opinión, todo se solucionaría con una buena purga y unos gulags en condiciones”. Cuando conseguimos que se calme y le preguntamos acerca de la posible justificación de la tesis que acusa a la artista japonesa de los males de Podemos, nos responde contundentemente: “Esa idea es una solemne estupidez de nostálgicos de los Beatles, pero en honor a la verdad, es tan plausible y válida como todas las que están expresando desde la directiva de ese partido del que usted me habla” -concluyó, después de romper en mil pedazos el prospecto de sus ansiolíticos.
