Precintan una tienda de compra de oro por demasiado discreta

La Policía Local precintó el pasado día 10 una tienda de compra de oro ante el alarmante exceso de discreción que presentaba. Cuando los agentes se personaron para proceder al cierre, las condiciones que presentaba el local eran lamentables. Ni el amarillo ni el fluorescente  figuraban en el color de su cartelería y tan solo un discreto «compro oro» de tipografía y medidas estándar anunciaba la actividad del comercio. Por si fuera poco, la negativa del propietario a inundar los parabrisas de los coches con octavillas y la  ausencia de un hombre-anuncio en su exterior alentaban la confusión.

«Todo el mundo sabe donde estamos y a lo que nos dedicamos», declaró Alejandro Batista, propietario del comercio, «no entiendo por qué el Ayuntamiento nos hace esto». Lo cierto es que además de las obligatorias medidas de seguridad que deben cumplir este tipo de negocios existe una normativa publicitaria que no todo el mundo parece conocer. «La gente debe percibirlo con claridad, sin que haya lugar a dudas», señaló el concejal de Comercio del Ayuntamiento de Santa Cruz, «no se compra plata ni bronce. Se compra oro. Y esto, cuantos más carteles lo anuncien, mejor».

Hay que añadir que Alejandro no parece tener mucha suerte con los negocios. Hace tres años tambíen le fue precintada una pizzería a la que bautizó como pizzería Alejandro en lugar del preceptivo Alessandro, llegando incluso a omitir la preposición italiana DA en el nombre del establecimiento.

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