Estampa del budismo bolivariano

¿Pudo Hugo Chávez reencarnarse en Ofra?

Si hace unos meses nos hacíamos eco de la búsqueda de un posible lama palmero por parte de monjes tibetanos esta vez volvemos al ámbito de la religión budista, pero en versión bolivariana. Fuentes de toda fiabilidad, ubicadas en la barra de la arepera “La Carajita” de Taco, han confirmado a este reportero que una delegación de lamas chavistas se encuentra de visita en el vecino barrio de Ofra, con el fin de encontrar a la criatura en la que se ha reencarnado el espíritu del recientemente fallecido presidente Hugo Chávez Frías.

Estampa del budismo bolivariano
Representación de Hugo Chávez según los budistas bolivarianos

El budismo chavista se caracteriza por una serie de principios que sintetizan las enseñanzas de Siddharta Gaumata y las de Hugo Chávez. Visten las habituales túnicas con las que se identifica a los monjes que profesan esa fe, pero han sustituido el tono azafranado por los tres colores de la bandera venezolana. También se admite como atuendo oficial el chándal de ir a misa, siempre y cuando esté presente la trilogía tonal mencionada. Su lema es “por la revolución bolivariana llegaremos al Nirvana”.

La delegación, compuesta por cinco monjes del monasterio colectivizado y autogestionario de isla Margarita, fue recibida por el representante de la fe en la isla, Lolo Fresnedillo, conocido por allegados, fieles y bromistas como “el Lama Manolo”. Juntos han recorrido los barrios donde la sintonía entre chicharreros y venezolanos es más intensa. Las señales generales suelen ser un aumento en la tasa de areperas por cada cien habitantes, un aumento en los decibelios y en el número de horas en las que se escuchan, bailan o vociferan ritmos como la salsa, el merengue o la cumbia (que en realidad proviene de Colombia pero, como nos indica el Lama Manolo, la figura de Chávez pertenece a toda América Latina). Las señales específicas implicarían que el recién nacido debería hablar prácticamente desde la cuna y dar parlamentos de no menos de nueve horas en los que pueden incluirse anécdotas, vivencias, chistes y boleros; debe mostrar preferencia por el béisbol y el café bien caliente, así como por los chándales. La prueba definitiva llevará al candidato a elegir entre la boina roja de los tiempos de militar del difunto presidente o la gorra tricolor de Henrique Capriles, el eterno aspirante.

Por el momento la delegación no ha encontrado candidatos fiables a la reencarnación. “El más cercano fue una criaturica que nació justo un día después del comunicado de la muerte del Presidente. Desgraciadamente sus padres son seguidores de Capriles y amenazaron con obligarnos a ver el vídeo de gimnasia de Jeanette Rodríguez si volvíamos por allí”.

Entradas relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *