La Librería Diocesana de La Laguna, perdón, de Invernalia ha anunciado la distribución en exclusiva para toda Canarias de un juego de mesa destinado a promover el conocimiento de la fe católica entre una población cada vez más descreída: Cristiaseptem.
Cristiaseptem se basa en otro juego editado a finales de los años ochenta por la editorial Interinsular Canarias que a su vez estaba inspirado en el mítico Trivial Pursuit. El Septem permitía a sus jugadores conocer que el queso de El Hierro se llama queso herreño y otros muchos saberes endémicos de las islas. Así como la creación de Scott Abbott y Chris Haney tuvo su versión televisiva (que en España presentó la gran cabeza de Pepe Navarro) su hermano putativo canario tuvo su propio espacio en la emisora conejera TeleVolcán.
En esta versión “cristianizada” los jugadores volverán a recorrer por coloridos caminos las islas Canarias, aunque el tablero añade el detalle de los principales iglesias, conventos y santuarios consagrados a la fe. El objetivo de cada partida será hacerse con siete reliquias (una por cada una de las islas) contestando a preguntas organizadas en torno a seis categorías:
• Santos, beatos y mártires de las islas
• Cofradías de Semana Santa
• Figuras, retablos e iconos de la imaginería insular
• Dulces y licores típicos de las fiestas religiosas
• Obispos en las islas y sus declaraciones en los medios
• Canciones de misa endémicas
En la rueda de prensa de presentación (realizada en una parroquia de la ciudad de los adelantados) el diseñador del juego, el exseminarista, sacristán y decorador de altares Artemio Manólez explicó a los reporteros desplazados al evento las reglas básicas para poder disfrutar de una partida. La mecánica es muy similar a la de Septem y Trivial Pursuit, en tanto en cuanto hay de dos a seis jugadores, un dado y casillas de seis colores. La novedad radica en el hecho de que para obtener cada una de las siete reliquias el participante de turno habrá de contestar a seis preguntas (una por cada categoría). Además, para poder acceder a la “casilla-santuario” hay que recorrer todos los lugares sacros de la isla de turno. Este aumento de la dificultad se justifica por parte de Manólez en la necesidad de reforzar la fe por medio del esfuerzo. “Ya está bien de creyentes de boquilla” –sentenció- “necesitamos militantes con conocimiento y no feligreses que vienen a dormitar durante el sermón” – concluyó presa de un cuasi-éxtasis místico, a consecuencia del cual sufrió un desmayo y hubo de ser reanimado con un vasito del vino “Don Simón” que el cura párroco usa para la consagración.
El juego estará disponible para las próximas fiestas del Cristo bajo el eslogan “¡Juguemos al Cristiaséptem! ¡¡Amén!!”.