La Morenita se aviene a aceptar la presidencia perpetua y de honor que le ofreció Carlos Alonso, pero avisa de que no va a comerse el marrón de las carreteras.
La Morenita se aviene a aceptar la presidencia perpetua y de honor que le ofreció Carlos Alonso, pero avisa de que no va a comerse el marrón de las carreteras.