Tras rechazar la venta del Club Deportivo Tenerife a un grupo de inversores alemanes, el presidente Miguel Concepción baraja ponerlo en manos de un príncipe nigeriano que le ha escrito un email y no sabe qué hacer con su cuantiosa fortuna.
Tras rechazar la venta del Club Deportivo Tenerife a un grupo de inversores alemanes, el presidente Miguel Concepción baraja ponerlo en manos de un príncipe nigeriano que le ha escrito un email y no sabe qué hacer con su cuantiosa fortuna.