Tras ser definida por los expertos como «un museo viviente de productos perdidos pero aún consumibles», como los chicles Bazooka Joe, los botellines de Mirinda y los polos de Astérix, La Palma ha sido reconocida como Isla Vintage por la UNESCO.
Tras ser definida por los expertos como «un museo viviente de productos perdidos pero aún consumibles», como los chicles Bazooka Joe, los botellines de Mirinda y los polos de Astérix, La Palma ha sido reconocida como Isla Vintage por la UNESCO.