Kim Jong-un con su scattergories

Tras amenazar con llevarse el Scattergories, Corea del Norte vuelve a dialogar con Seúl para alcanzar la paz en la zona

Corea del Sur y Estados Unidos han aceptado, finalmente, considerar la oferta del ministro de exteriores norcoreano para rebajar el clima de tensión que amenaza la zona desde hace semanas.

En una reunión de urgencia auspiciada por representantes del sector de los juegos de mesa, el enviado especial de la Casa Blanca y el delegado surcoreano de asuntos exteriores han acabado por aceptar el principal requisito impuesto desde Pionyang: aceptar pulpo como animal de compañía.

Hay que recordar que esta escalada bélica se inició a raíz de una reunión, para jugar al Scattergories, entre el Presidente de Corea del Norte, Kim Jong-Un, y su homólogo surcoreano Park Geun-hye, durante el que se produjo un desencuentro a la hora de valorar la posibilidad de incluir la familia de cefalópodos entre los animales aptos para convivir junto a los humanos.

Mientras desde Corea del Sur se defendía la idea de no incluir especies marinas, debido principalmente a la dificultad de mantener un hábitat apropiado lejos del medio natural, Kim Jong-un argumentaba que, como guía espiritual y divino de su pueblo, le estaba permitido tener como animal de compañía cualquier ser vivo que se le antojara.
Este desencuentro terminó en una guerra dialéctica y la retirada del líder norcoreano, que recogió el tablero de juego y abandonó la reunión amenazando con no volver hasta que no se aceptase su idea.

Kim Jong-un demostrando que si él quiere, puede tener un pulpo de mascota
Kim Jong-un demostrando que si él quiere, puede tener un pulpo de mascota

Este gesto fue interpretado desde Seúl como un desprecio hacia su máximo dirigente, y rápidamente prohibió la exportación y venta  de scattergories  a ciudadanos u organizaciones norcoreanas. Este paso dado por el máximo aliado norteamericano en la zona contó con el apoyo de la administración de Obama, que movilizó a varios clubs de juegos de mesa para organizar unas partidas conjuntas junto a la frontera que separa las dos Coreas.

A partir de ahí, la tensión en la zona no ha parado de crecer. Desde hace semanas, desde la zona surcoreana,  suenan las 24 horas del día unos altavoces gigantes que no cesan de repetir constantemente el «Gangnam style», algo que se ha denunciado desde Naciones Unidas por no respetar los acuerdos de Ginebra.

Se cree que Corea del Norte tiene capacidad para fabricar sus propios tableros de juego, algo con lo que amenaza Pionyang y que no ha pasado desapercibido para su gran aliado en la zona, China, que podría ver peligrar sus exportaciones de juegos si desde Corea del Norte se deciden a fabricar el juego adaptado a sus propias reglas, lo que sin duda desestabilizaría gravemente la zona.

Afortunadamente se ha dado un paso importante para volver a la situación anterior, y fruto de ello es que esta misma semana está previsto una rueda de prensa conjunta entre enviados de las dos coreas en las que se anunciará una nueva partida, bajo la observación directa de la ONU, donde quedará reflejado que el pulpo que habita en las costas del territorio norcoreano se puede adaptar perfectamente a la vida hogareña cuando se dan los requisitos de magnificencia y divinidad que emanan del propio líder de la República Popular Democrática de Corea.

 

 

 

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