Hotel urbano Fefa y Manuela NH (Las Palmas)
Justo frente a la playa de las Alcaravaneras, la cadena NH ha situado este inhóspito hotel, que pretende acercarse al corazón local con el entrañable nombre de Fefa y Manuela, en homenaje a las anteriores moradoras de la finca que ocupa el alojamiento. Este hotel es muy poco acogedor, está lleno de escombros, suciedad y hombres con chalecos reflectantes que gritan y acarrean cemento sin cesar, lo que da poca intimidad al huésped. Aún no cuenta con comedor, pero puede desayunarse en un bar cercano y dejarlo a cuenta siempre que el camarero no esté mirando. La explicación que da la dirección del hotel, desde donde se insiste en que todavía está en construcción, no son suficientes para el viajero ni disculpan su lamentable estado. Mucho por mejorar.
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Restaurante «La bodega presbiteriana» (Breña Alta)
Los presbiterianos ponen un pie en La Palma con una estrategia de marketing audaz, consistente en montar una bodega para el culto, en la que puedan degustarse los caldos de la tierra y la palabra del Señor. Dado que esta rama del protestantismo rechaza las oraciones por los difuntos, han hecho bien en esperar a que pasara el 1 de noviembre. En las paredes del restaurante, imágenes de Calvino y de Julián, el de la bodega de TVC, dan ambiente mientras esperamos que nos sirvan un porridge de Knox o una rapadura acompañada de diversos salmos bíblicos. La atmósfera es de recogimiento pero la calidad de los caldos vale la pena el soberano aburrimiento.
