El prestigioso hotel “Oldtowel Resort & Catres” de la localidad majorera de Pájara ha anunciado la próxima inauguración de un lujoso servicio de spa en el que la principal novedad su condición autóctona.
Un spa genuinamente canario
Puestos al habla con la dirección del hotel, nos recibe en su despacho Damaris Martín, jefa del departamento de relaciones públicas. La directiva se deshace en explicaciones, mostrando una imagen de persona plenamente entregada al proyecto:
“El Oldtowel es un establecimiento que se construyó en los años ochenta y que, debo reconocerlo, se había quedado un tanto desfasado. Las instalaciones turísticas envejecen más rápido de lo que podría pensarse y, si no estamos al tanto de lo que vende la competencia, la llevamos clara. Después de un detallado estudio de las páginas web de los hoteles vecinos y de los comentarios en diversas redes sociales de opinión, llegamos a la conclusión de que lo que estaba de moda era el spa”.
Fieles a la canaria tradición de copiar y clonar el negocio de moda, los responsables del hotel se lanzaron a la tarea de montar su propio spa. Sin embargo, y siguiendo las recomendaciones de varios miembros de su “staff” –como el jefe de pinches, el responsable de las sombrillas de la piscina o la animadora de la tercera edad- decidieron innovar y montar el primer spa netamente canario en sus tratamientos.
“Muchos establecimientos venden la moto de que tienen circuitos canarios pero en realidad ¿qué es eso? Cuatro duchas y un cubo, un pozo de agua helada y una sauna que parece salida de una película carcelaria. Aquí nos hemos esforzado por elaborar un producto genuinamente insular” –dice mientras nos pasa un borrador que enumera las posibilidades de su moderno spa.
Una lectura detenida del catálogo de ofertas del establecimiento permite destacar la existencia de interesantes tratamientos entre los que pueden contarse los siguientes:
- Masaje de glúteos al estilo pelota de gofio: las posaderas de la clientela serán tratadas como si de gofio amasado se tratase, añadiendo según los casos esencias de miel de palma (modo “cueva”) o aceites de mantequilla y aguacate (modo “escaldón”).
- Mascarillas hidratantes a base de mojo: un revolucionario tratamiento facial permitirá que el mojo –rojo o verde- sirva de base para un ardiente tratamiento en el que se dará buena de las impurezas faciales. El modelo “picón con pimienta de la puta de la madre” (con perdón) está especialmente pensado para clientes con la cara muy dura.
- Sauna-asadero: olvide las clásicas saunas japonesa, húmeda y semihúmeda. Siéntase chistorra dentro de una cámara que imita la parrilla de cualquier asadero o chuletada insular. Abra los poros de su epidermis y salga oliendo a carbón de barbacoa.
Otros tratamientos incluyen baños en barro de almogrote, depilación corporal al salmorejo palmero y piscinas-poceta de agua estancada tras subida de la marea.
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