Hortofrutícola Pais Fernández, un ciudadano del municipio palmero de El Paso, no cabe en sí de su indignación. Tras varios años de ahorro y apretarse el cinturón en otros gastos, finalmente pudo comprarse hace unos meses el equipo informático que anhelaba y a continuación contrató con un operador de telefonía una tarifa plana para acceder desde su domicilio a las autopistas de la información. Sin embargo, poco ha durado su gozo: las cuentas que ha ido abriendo en diversos servicios de correo electrónico y redes sociales no responden a sus expectativas debido a los potentes filtros antispam que aplican.
«Yo no entiendo nada, si yo quiero recibir cartas de ministros nigerianos que me ofrecen un buen pico por ayudarles a sacar dinero del país, ¿quiénes son ellos para impedirlo? También me dijeron que podía encontrar en la internet una buena hembra de Rusia o de Ucrania que se enamoraría de mí por mis características intrínsecas, pero no me dejan. Me lo mandan todo a una parte que me hago un lío para encontrar y no hay manera. Igual que las pastillas esas azules para la tos, que el médico del seguro no me las quiere recetar y por ahí dicen que las venden muy baratas.» Hortofrutícola está tan decepcionado que no piensa quedarse cruzado de brazos, y ya ha contactado con un prestigioso abogado para interponer una demanda multimillonaria a Google, Yahoo!, Microsoft, Facebook y Twitter; entre otras conocidas empresas tecnológicas. «Se van a enterar, porque cuando me pongo torrontudo no hay quien me pare.»