Un vertido accidental de polvorones de gofio deseca la presa de Soria

El Cabildo de Gran Canaria y los Ayuntamientos de Mogán y San Bartolomé de Tirajana buscan cómo mitigar los daños medioambientales provocados por el vertido accidental de tres cajas de polvorones de gofio en la presa de Soria, que ha tenido como consecuencia la completa desecación del agua contenida en esta infraestructura. Los patos que normalmente habitan la presa y su ribera han engordado ostensiblemente tras ingerir los trozos de polvorones que cayeron a la presa.

Los dulces navideños eran trasladados en un camión hasta una tienda de aceite y vinagre en un caserío cercano cuando, por causas que se desconocen, aunque se apunta a una pelea entre el conductor y el repartidor, tres cajas se precipitaron hasta el fondo de la presa, como puede verse en la recreación gráfica que acompaña a esta información. En cuestión de minutos la presa quedó completamente vacía por culpa del efecto híperabsorbente e hípersecante de esta querida especialidad navideña. Técnicos de Medio Ambiente y del Consejo Insular de Aguas han examinado ya este espacio y son pesimistas; creen que poco se puede hacer salvo esperar a que llueva y restringir el paso de productos de estas características, incluidos los bizcochos de Moya (lo que ha provocado la protesta de este Consistorio) en un radio de 700 metros de la presa.

No obstante este desdichado suceso, las autoridades insulares han querido tranquilizar a la población y desde el área de Sostenibilidad del Cabildo aseguran que «el suministro de polvorones de gofio y otros dulces altamente enyugantes está garantizado para estas tristes Navidades que se nos vienen encima, cualquier grancanario que quiera consumir mantecados secos en la soledad de su hogar podrá hacerlo sin ningún problema».

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