Poco pudo imaginar Armando Canino que la declaración de la renta de este año le saldría a pagar, pero a pagar mucho. Hacienda ha impuesto una cuantiosa multa a este vecino de Arrecife, profesional autónomo de obras y reformas, que hizo su declaración del IRPF usando la Inteligencia Artificial ChatGPT y presentó una documentación según la cual, el Estado le tenía que devolver 305.000 euros.
Canino asegura ahora que «nunca debí llevarme de lo que me dijo mi cuñado, que el ChatGPT te lo hacía en un momento y gratis, y yo años pagándole a la gestoría, y entonces empecé a meter facturas y papeles en pdf y le dije ‘hazme la declaración y que me salga a devolver mucho’, y en un momento tenía mi declaración ahí, con todo ese dineral a devolver, y así mismo la presenté porque cómo iba a pensar que tenía errores». En Hacienda no quieren hacer declaraciones (declaraciones a los medios, de la Renta sí hacen) por temor a vulnerar la Ley de Protección de Datos, pero fuentes cercanas a la administración de la Agencia Tributaria en Lanzarote señalan que «entregó fuera de plazo y con facturas atrasadas, por conceptos difícilmente atribuibles al interesado como ‘aumento de pechos Clínica Dr. Sosa’ o directamente no desgravables como ‘entradas concierto Taylor Swift’; básicamente metió todas las facturas y tickets que encontró por casa».
En la gestoría donde han estado realizando la declaración de la renta y las trimestrales de Armando Canino los últimos quince años, Ernesto Salcedo e Hijos, Gestoría Contable y Fiscal, se han ofrecido a resolverle el desaguisado en la medida de lo posible, siempre y cuando Canino se avenga a que los empleados le miren con condescendencia mientras duren los trámites. «Una máquina sin alma jamás podrá sustituir a un fiel gestor», zanja Ernesto Salcedo.
