Vecino de Las Palmas se encuentra su casa «okupada» por operarios del Ayuntamiento

Luis A. R., vecino del barrio de Guanarteme en la capital grancanaria, regresó ayer del trabajo al mediodía y se sorprendió al encontrar la vivienda «okupada» por operarios del Ayuntamiento que la estaban peatonalizando por orden del área de Urbanismo. Los obreros habían levantado el piso y tirado varios tabiques, dejando expedito el pasillo, listo ahora para ser transitado cómodamente a pie desde la entrada hasta las habitaciones y el cuarto de la lavadora. El hombre describe el estado de su vivienda como «verdaderamente lamentable» aunque admite que los obreros le han asegurado que «salvo quiebra o abandono de la constructora, en dos semanas o tres estará terminado todo».

Según nos relata este vecino, se puso inmediatamente en contacto con el área de Urbanismo para pedir explicaciones por el desaguisado montado en su casa pero sólo pudo hablar con un administrativo. Sin embargo, esa misma tarde, el concejal del ramo, Javier Doreste, se acercó a la vivienda junto a un fotógrafo y un periodista para visitar y supervisar las obras; la evidente incomodidad del vecino afectado, junto a su lógica ira, hizo necesaria la intervención de urgencia del alcalde Augusto Hidalgo, quien explicó a los medios que se fueron convocando que «nuestro plan para hacer de Las Palmas de Gran Canaria una ciudad más habitable y más peatón-friendly no se detiene, y siempre siguiendo criterios de sostenibilidad para la mejor movilidad posible, estamos creando espacios para los peatones incluso dentro de aquellas viviendas que más lo necesitan, como era el caso del amigo Luis». «Yo no soy su amigo», rezongó entonces este vecino palmense, ya resignado a su situación.

El alcalde aprovechó la intervención ante los medios para adelantar que el próximo paso de su plan es peatonalizar los garajes de las viviendas, «ya que así desincentivamos que los ciudadanos adquieran vehículos privados y, por tanto, utilicen más el transporte público», argumentó al tiempo que se señalaba la cabeza con el dedo índice, en una clara imitación del célebre gif de «think about it».

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