«Que no, que no vuelvo». Así de contundente se expresó el presentador de Televisión Canaria Victorio Pérez cuando fue requerido por la dirección de la cadena para abandonar la realidad virtual en la que lleva tres meses y regresar al mundo tangible. Pérez ha gozado del favor de la audiencia con sus pedagógicos sets virtuales en los que explicaba el desarrollo de la erupción del volcán de La Palma, hasta el punto de que ahora, una vez declarado el fin de la misma, se niega a salir de la realidad virtual donde, según explica, «tengo todo lo que necesito y lo que no, lo virtualizo».
Existe cierta preocupación en la dirección porque «la actitud rebelde de Victorio podría sentar un mal precedente, con otros presentadores exigiendo sus propias realidades desde las que hacer sus programas; no sabemos si esta cadena está financieramente preparada para una Noche de Taifas en realidad virtual, renderizando timples y folkloristas, y menos aun cuando realmente no hay necesidad». La posibilidad de tener que virtualizar el «Buenas Tardes, Canarias» estremece al administrador e incluso a la no nacida Junta de Control.
En vista de que el presentador no depone su actitud, Televisión Canaria ha decidido dejar que sea el tiempo el que le convenza. «De momento hemos virtualizado su sueldo, pagándole en una criptomoneda que nos hemos inventado, y ya no tiene acceso a comida real, creemos que cuando vea que la leche con gofio virtual no alimenta empezará a entrar en razón», señalan fuentes de la empresa.
Victorio Pérez, por su parte, ha declinado hacer declaraciones, ya que, según explica, está de viaje por el sudeste asiático en un set virtual que él mismo ha programado aprovechando el amplio croma del plató ubicado en Las Palmas de Gran Canaria.
