Uno de nuestros dos investigadores paranormales de cabecera, el gomero Tinerfe Loro, ha vuelto a concedernos la exclusiva de uno de sus descubrimientos que, según sus palabras, amenaza con dar un giro de trescientos sesenta grados Fahrenheit a la geopolítica mundial: el presidente ruso Vladimir Putin es la reencarnación del guerrero africano Orzowei.
El señor Loro conversa con nosotros por videoconferencia, mientras asiste en la comarca ecuatoriana del Cotopaxi al congreso mundial sobre Literatura sumeria contemporánea y Fonética del cine mudo: “me he pasado al análisis político” -nos aclara- “para ver si Iker y Porter me invitan a ese otro programa que hacen que parece más serio, perdón, convencional. Así que de un día para otro me dediqué a estudiar las raíces del conflicto ruso-ucraniano por las vías no convencionales y, un día que hacía limpieza en la vieja casa familiar, di con un viejo ejemplar de la revista TP donde todo me fue revelado. Vi en la portada a aquel tipo esmirriado con una piel de felino y comprobé que fijaba su mirada fría en mi persona. Aquellos ojos me recordaron a los de Putin. Fue una revelación.”
Don Tinerfe continúa exponiendo los argumentos que avalan su tesis: “Putin es profundamente odiado en Occidente, como también lo es Orzowei, al menos en esta parte de Europa en la que nos encontramos. Orzowei pasó por varias tribus antes de encontrar su lugar, así como Putin pasó de la Alemania Oriental a la URSS y de ahí a gobernar la Federación Rusa. Ambos pueden enfrentarse a fieras salvajes usando sus manos desnudas ¿le parecen pocas pruebas?”
Dubitativos ante esta sorprendente revelación, que convierte a un dirigente político del mundo real en la reencarnación de un personaje de ficción en su versión televisiva, le pedimos evidencias al señor Loro, el cual nos responde en estos términos: “Seguro que a los arpíos o a ese guanajo de Carromero no se las piden, pero por ustedes, les expongo la prueba irrefutable y definitiva. A Orzowei se le odia en España porque sustituyó de forma sorpresiva a Mazinger-Z. En esa serie de dibujos, un robot gigante se enfrentaba a las creaciones de un villano, el Doctor Infierno, que es clavado clavadito a Karl Marx, el padre del comunismo. La URSS fue una gran potencia gracias a la implantación del marxismo-leninismo y con su aparición, Orzowei vengaba la afrenta al fundador de las ideologías rojas, ganándose el odio de unos niños criados en el decadente capitalismo que, ya de adultos, se están vengando en Putin de la afrenta sufrida apoyando al humorista ése que gobierna en Ucrania. Yo lo veo clarísimo”.
Para reforzar sus argumentos, don Tinerfe nos presenta unas entrevistas realizadas en diversos eventos comiqueros de las islas como la Semana del Cómic de La Laguna o la Cómic-Can a aficionados cincuentones. Cuando el señor Loro les pregunta por Mazinger y su sustitución por Orzowei, la reacción es la misma: puños cerrados, mandíbula tensa y el susurro cargado de odio que dice “ni olvido ni perdón”.