El célebre pinchadiscos y director de ente televisivo Guillermo Valentín “Willy” García-Machiñena García-Checa “García” ha decidido dar un paso más en su defensa de la universidad de la vida. Harto de las constantes críticas hacia su gestión al frente de la Radio Televisión Canaria, centradas en la pésima calidad de la programación y en su falta de preparación académica, Willy García ha decidido apostar más fuertemente por su filosofía en la que la experiencia vital personal y la intención valen tanto o más que la formación y la titulitis. Es por ello que ha decidido que todas las cuestiones relacionadas con su salud sean llevadas por un “médico de la vida”.
El “médico de la vida” en cuestión responde al nombre artístico de Mandarino Dolce & Gabanna. Se trata de un joven hecho a sí mismo al que la falta de estudios y oportunidades no ha arredrado a la hora de cumplir su sueño: dedicarse a la medicina. Todo empezó cuando en su niñez veía las emisiones de series como “Hospital central” y su versión americana “Urgencias”. El glamur y la elegancia de actores de la talla de George Clooney o Pablo Carbonell le cautivó y decidió tomar el apellido de una conocida marca de ropa, al tiempo que cambiaba su nombre de pila por el más sonoro de Mandarino porque, según sus palabras “Melesina seskribe kon M de Mandarino. A´mas mandarino suena a xino i io kreo muxo n la mdsna trdsnal xina” según reza en su perfil en MySpace. Su formación sanitaria está compuesta de vivencias personales obtenidas durante sus lesiones en el gimnasio o en los partidos de fútbol en campo de tierra, así como de la lectura en la peluquería de las secciones de salud de diversas revistas como Garbo, Teleindiscreta o La montaña de San José.
Según nos relatan fuentes próximas al señor García, sitas en un bar donde algunos trabajadores de la radio autonómica se toman el cortado de media mañana, Mandarino ha llegado hasta Willy de la mano del periodista Tiburcio Fumado, cronista de hospitales que, casualmente, no tiene ni la titulación médica ni la relativa a Comunicación y que es hermano del célebre científico Abimael Fumado. Se da la circunstancia de que ambos hermanos no se hablan porque Tiburcio considera que los múltiples doctorados y másteres de Abimael no son más que papel que colgar en la pared, en tanto que este último tacha a su fraterno de analfabeto funcional por no haber sido capaz de terminar una carrera y escribir de forma clerical-evangélica (o sea: como el reverendo).
Esas mismas fuentes relatan que, si la experiencia es positiva, Mandarino podría acabar presentando un espacio de salud en la radio o en la tele autonómicas. El título provisional que se ha filtrado es “Melesina Mandarina: te damos eSperanSa”.
De la misma forma hay otros “profesionales de la vida” que esperan tener su oportunidad con don Guillermo. Es el caso de Joaquín Jesús Torres, autodenominado “abogado de la calle” tras haber leído todas las novelas de Perry Manson y visionado todos los episodios de La ley de Los Ángeles.
