La Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias ha presentado los resultados de un estudio según el cual las generaciones nacidas a partir de 1990, los que en puridad pueden considerarse millennials, no conocen en un 80% a grupos canarios de tanta trascendencia como Los Bajip de La Gomera, Palmera o Taller Canario. Esto ha generado alarma en los gestores culturales, entre los que cunde la sensación de que hay una herencia musical que se está desaprovechando. Aún más triste es la conclusión del estudio que afirma que ese escaso 20% que conoce a Los Bajip piensa que Bajip es una palabra gomera de significado polivalente, tipo «uy, qué le pasa al bajip» o «má, dame el bajip aquel».
Miguel Ángel Clavijo, responsable de Patrimonio Cultural, asegura que «los resultados de este estudio nos ponen frente al espejo, algo ha fallado gravemente si le dices a un veinteañero ‘devuélveme las llaves de la moto’ y él no te contesta ‘y quédate con todo lo demás’; nuestra memoria sentimental está en juego». El director general de Patrimonio pone el acento también en la responsabilidad de los padres, «que se enamoraron en verbenas populares al ritmo sandunguero de ‘Florecita de caña’ o ‘Rosita en un verde palmar’ y no han transmitido a sus hijos ese legado».
«Por más que Pepe Benavente sea la voz del pueblo, no podemos dejar que los jóvenes canarios piensen que la música en el Archipiélago empezó con él», apuntan fuentes de Patrimonio Cultural, por lo que la Dirección General se plantea ya acciones en los centros escolares para acercar la historia de la música de las Islas a los estudiantes. Clavijo adelanta que «lo llamaremos Taller Canario, como el grupo pero sin el grupo, que dan mucha bajona, quiero decir, eran muy buenos, pero muy bajoneros también». Actividades como «Forma tu propia orquesta» o «Ponte en la piel de un letrista de Braulio» despertarán el interés de los escolares por esa música que se está perdiendo.
El estudio, publicado en Frontiers in Psychology, también se encontró que la música autoseleccionada tenía el poder de mejorar la autoestima entre aquellos que ya tenían un buen rendimiento, pero no entre los participantes que tenían un bajo rendimiento. Destaca Sigurdsson sobre lo manifestado en el artículo, que escuchar música motivacional se ha convertido en una forma popular de mejorar el estado de ánimo, la motivación y la autoevaluación positiva durante los deportes y el ejercicio. Hay una abundancia de evidencia anecdótica de la música utilizada de esta manera, como la famosa “Haka” maorí interpretada por el equipo nacional de rugby de Nueva Zelanda para entrar en la mentalidad correcta antes de los juegos. Sin embargo, los procesos psicológicos y los mecanismos que explican el poder motivador de la música son poco conocidos.