El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha asegurado sentirse «en shock» tras tener conocimiento, a través del dossier de prensa diario, de la existencia del municipio gomero de Valle Gran Rey, donde se ha registrado una moción de censura para desbancar al hasta ahora alcalde, el socialista Christopher Marrero, y colocar en su lugar al hasta ahora teniente de alcalde, Ángel Piñero, de Nueva Canarias, en una operación que cuenta con el beneplácito del presidente insular Casimiro Curbelo. Torres ha mostrado, según miembros de su equipo, una sorpresa aún mayor al tener conocimiento de que en el municipio existe una agrupación socialista local.
«Claro que había escuchado hablar de Valle Gran Rey», se excusa el presidente, «pero pensé que era algo tipo Narnia, una especie de lugar metafórico donde refugiarnos del infortunio diario; me lo habían pintado como un paraíso terrenal y di por hecho que Valle Gran Rey, más que un sitio, era un estado mental». Esta errónea conceptualización del municipio gomero podría estar en el origen de la aparente falta de reacción de la Ejecutiva regional del PSOE ante la moción de censura que arrebatará la alcaldía a los socialistas, frente a la multitud de alharacas, gestos y declaraciones de hace tres semanas, cuando fue el PSOE de Santa Cruz de Tenerife el que pasó por análoga situación. Los analistas políticos que atribuyen este empecinado silencio a estrategias relacionadas con el Gobierno autonómico y con no hacer enfadar a Curbelo ya han sido desautorizados por los líderes socialistas que tienen cuenta en Twitter.
A pesar de su dureza y de estar atravesando un durísimo periodo de recesión económica y crisis social, estas revelaciones no han hecho mella en el ánimo del presidente, quien ya ha mostrado su predisposición a visitar personalmente Valle Gran Rey este verano, «y conocer su cultura y sus gentes, incluidos los afiliados al PSOE que tengamos por allí».
