La negativa de Puertos del Estado a ceder espacio de sus instalaciones para la celebración del Carnaval de Santa Cruz el próximo mes de junio ha llevado al Ayuntamiento chicharrero a buscar soluciones creativas, y el alcalde José Manuel Bermúdez ya se ha puesto en contacto con su homólogo palmense, Augusto Hidalgo, para trasladar a la isla vecina la fiesta santacrucera.
“Sé que puede parecer poco ortodoxo pero esa gente tiene el espacio, tiene las infraestructuras e incluso un espíritu de Carnaval muy parecido al nuestro, ¿ustedes han visto qué escenario se mandan en Santa Catalina todos los años? Es la opción más viable y la que mejor nos viene”, ha explicado el alcalde de Santa Cruz a los medios. En lo que respecta a los bailes en la calle, si es que finalmente los hay, Bermúdez admite que «puede ser problemático» desplazar a decenas de miles de personas a la capital vecina, «porque además seguro que los canariones, desde el cariño, se animan a salir también pero oye, eso que nos ahorramos en limpieza, hay que valorarlo».
La oposición se ha quedado descolocada ante este movimiento, ya que Patricia Hernández, exalcaldesa y en la actualidad líder del Grupo Socialista, estaba a punto de plantear “una alternativa novedosa y buenísima para Santa Cruz, que ya no puedo contar porque total para qué, me la guardaré para mi siguiente mandato”.
Entre los socios de gobierno en el Consistorio local tampoco hay unanimidad sobre esta medida, ya que fuentes cercanas a la concejala Evelyn Alonso señalan que no ve con buenos ojos celebrar la fiesta más emblemática de Santa Cruz en una ciudad gobernada por un “alcalde socialista y, por tanto, narcochavista, bolivariano y filibustero”.
Los grupos del Carnaval se mantienen expectantes ante estos acontecimientos aunque ya se han reservado tres embarcaciones completas de Armas por si fuera necesario trasladar murgas, comparsas, agrupaciones coreográficas, rondallas y al periodista Humberto Gonar con sus correspondientes impedimentas.
Por su parte, el alcalde de Las Palmas Augusto Hidalgo ha sido bastante discreto y sólo ha trascendido un “¿pero esto es en serio?”, pronunciado tras terminar su charla telefónica con Bermúdez.
