El PP canario está abordando la campaña para las elecciones locales del próximo 26 de mayo a golpe de viralidad. Primero fue el vídeo musical de Luisi Castro, alcaldesa de Güímar, en el que, junto a componentes de su plancha electoral que han tenido que pasar por esto, baila y simular cantar éxitos de ABBA al aire libre, y de Alaska en el interior de un teatro ataviada con una boa de plumas. Este vídeo, que ha sido calificado por el cronista oficial de Güímar como lo peor que le ha pasado al municipio desde la epidemia de cólera de 1750 y desde que Rafael Yanes empezara a escribir novela, está siendo ampliamente difundido en las redes sociales, entre el asombro, la chanza y el estupor de la ciudadanía. Después, el senador y concejal lagunero, también médico, catedrático, periodista y tertuliano, Antonio Alarcó, difundió unas imágenes subido a un caballito en un parque infantil, acompañado de una inconexa perorata sobre las bondades de la infancia.
Ambos vídeos ponen al líder regional, Asier Antona, en la triste obligación de buscar algo impactante para igualar, o incluso superar, el éxito en redes de estos dos vídeos, y de paso dejar claras las jerarquías virales en el PP canario. Sus asesores le han recomendado que siga la estela de la influencer china Seaside Girl Little Seven, e intente comerse un pulpo vivo en directo ante las cámaras. Si bien a la joven no le salió bien este absurdo reto, desde el entorno de Antona se confía en que el presidente popular pueda vencer al pulpo adormilándolo primero mientras le explica la reforma fiscal que propone el PP. Una vez noqueado, el molusco será más fácil de engullir, incluso sin mojo.
Expertos en marketing electoral de todo el mundo esperan ya con ansia este vídeo y todos los demás que pueda ir produciendo el PP a lo largo de los próximos quince días.
