Un joven veinteañero ha dado a conocer en sus Stories de Instagram la dura experiencia que está viviendo en Puerto de la Cruz, destino que eligió para unas improvisadas vacaciones tras haber sido, según asegura, «engatusado» por el stand del municipio turístico en la reciente feria Fitur. José Luis Arminda, que así se llama el joven, abandonó por unos días su Zamora natal en busca de sol, playa, desfase y nuevos amigos, tal y como se le vendió en el espacio que el municipio turístico norteño tiene en la feria.
Puestos en contacto con él, nos comenta dolido que «me lo pintaron tan salvaje que no pude resistirme, incluso me preguntaron si no conocía un programa de la MTV llamado ‘La Ranilla Shore’, pero como no tengo ese canal, no me enteré muy bien». José Luis llegó hace tres días a Puerto de la Cruz y desde entonces indica que «apenas he visto gente de mi edad, me muevo casi todo el día entre jubilados alemanes y británicos que me están contagiando su ritmo de vida, hoy ya estuve desayunando judías y salchichas; me estoy convirtiendo en otra persona». De igual forma, el joven zamorano se muestra decepcionado por no haber visto aún sol y tener algo más de frío incluso que en su lugar de origen. «Me dicen que es frío húmedo o algo así», añade. Este turista desencantado agotará los días que le quedan en el lago Martiánez o el Jardín Botánico pero no cree que vuelva a este destino en menos de 35 o 40 años.
Desde el Ayuntamiento admiten que «le vendimos un poco la moto a José Luis»; un trabajador del área de Turismo que prefiere mantenerse en el anonimato explica que «hubo órdenes directas de la concejalía de ir a saco a por cualquiera que tuviese o aparentase menos de 60 años, así que cuando este chico se acercó a mirar unos folletos nos volcamos con él». Esta misma fuente confiesa que «es una estrategia que hay que ir puliendo pero en la que vamos a insistir hasta que al menos un 2% de quienes nos visitan tengan menos edad que la media de nuestros hoteles».