José Luis Pérez ha plantado una demanda a la plataforma de software AirB’n’B, dedicada a la oferta de alojamiento turístico a particulares, dado que hace meses que lleva publicitando su vivienda en esta web sin lograr ni un solo inquilino. Este vecino de Santa Cruz no se explica cómo su vivienda del barrio de Los Gladiolos no resulta atractiva a ningún viajero y sospecha que es la propia empresa la que lo boicotea.
Pérez, conocido en su entorno como «el TóLoko», señala que «yo puse la casa ahí hace meses porque me sobra un cuarto, ¿shabes? Y los guiris son los que dan perras, yo no se lo alquilo a un matado por ahí, pero no viene nadie, loco, nadie contesta al anuncio». Consultada la web, vemos que efectivamente está anunciada como disponible: «pisito guapo cerca del centro, trato familiar, entorno entretenido y muy auténtico». José Luis el Tóloko amplía el listado de ventajas del piso al afirmar que «hay un HiperDino al lado, el Pancho Camurria y el albergue, lo tienes todo a mano». Añade que «mi madre cocina, no hay que preocuparse de eso», y confiesa que «yo me metí en esto pa completar el paro y la pensión de la viejita, pero no me está rentando porque la empresa me está haciendo la cama, como la vieja».
Por su parte, la empresa ha contestado al cuestionario enviado por este medio argumentado que «el señor Tóloko estaba informado de que la vivienda debía estar deshabitada y disponible, no con dos residentes habituales como son él mismo y su señora madre, y el estado del piso tampoco es el óptimo para nuestros estándares, dadas las humedades, la antigüedad de las camas (en un cabezal puede leerse «sensacional novedad 1943″) o el hecho de que la mayoría de los enchufes estén pintados en la pared».
José Luis Pérez no se achanta y avisa de que seguirá adelante con su denuncia.
