Todo lo que creíamos saber sobre el modo de vida de los guanches puede tambalearse, a raíz del descubrimiento de una enigmática inscripción en el yacimiento de Aripe, en Guía de Isora. Se sabía que en este enclave había grabadas y pintadas figuras antropomorfas, zoomorfas y geométricas, pero lo que se encontró hace unas semanas es una absoluta novedad. La inscripción, claramente legible, contiene la leyenda, «Yeray + Martita 4-ever», para pasmo de arqueólogos e historiadores, que se hallan francamente desconcertados por este reciente descubrimiento.
Antonio González, director de los trabajos que han dado pie al hallazgo, comenta que «son muchas las incógnitas que abre esta inscripción. Para empezar, identificamos un nombre aborigen, Yeray, y otro cristiano, Martita, que muy posiblemente proceda de Marta». El investigador se pregunta si «estamos ante un nuevo mencey, lo que trastocaría toda la organización administrativa tal y como creemos conocerla, o quizás el hijo de una familia de la elite del menceyato de Adeje, y aún así quedaría por resolver quién es Martita, y cómo logró contactar con Yeray». Lo que parece claro es la naturaleza sentimental de su relación «ya que se localiza justo encima de un grabado que tiene forma de pene, y salvo que se trate de un culto falocéntrico, todo parece indicar que se daban mandanga de la buena, como se dice hoy en día».
Más difícil de resolver es el «4-ever» que acompaña a los nombres, ya que, según explica Antonio González «la combinación de un número arábigo con una palabra inglesa, cuando no está constatado que los ingleses hubieran llegado a Guía de Isora en la época prehispánica, nos deja terriblemente asombrados». Para sumar más confusión, y a falta de que los análisis lleguen a resultados concluyentes, las tintas empleadas en esta inscripción «son sorprendentemente sofisticadas para lo que sabíamos hasta ahora de la tecnología y la cultura guanches».
Ante la pregunta realizada por este digital sobre si es posible que se trate de un graffiti moderno o un acto vandálico de destrozo de un yacimiento que no cuenta con protección, Antonio González desecha esa posibilidad con un punto de desprecio al afirmar que «si usted cree que un canario va a intervenir, ensuciar, destruir o arruinar un yacimiento arqueológico, o siquiera una pieza de mobiliario urbano, es que no tiene el menor conocimiento de la idiosincrasia de las Islas». No obstante, el investigador señala que «ahora que se ha hecho pública esta inscripción, hemos contratado un equipo de seguridad privado para vigilar que ningún cancamusero de lo paranormal venga a desordenarnos el yacimiento».
La Universidad de La Laguna dará a conocer un primer informe sobre «Yeray + Martita 4-ever» en el marco del próximo Congreso de Arqueología e Historia del Magreb, que se celebrará la semana próxima en Rabat, y en el que el departamento de Historia Moderna de Canarias hará públicos también los resultados de la investigación «¿Llevaba Viera y Clavijo un talla XS?».
Que ella se llama Martita me suena a un amor prohibido entre un guanche y una castellana que vino en la expedición de los conquistadores.
¡Quiero retrato y libro de los Gracia Bros., pero YA!