José García fue descubierto en una pequeña gestoría de Betancuria, en la trabaja como auxiliar administrativo desde 1966 y de la que debería estar ya jubilado, aunque se niega a irse porque alega que «es que no se me ocurre qué otra cosa hacer en la vida». Su extraordinaria similitud de rasgos con Morera fue siempre objeto de comentarios en su municipio, especialmente desde que se fundara Taburiente en los años 70, pero él nunca creyó tener vínculo con el artista palmero. «Eso eran casualidades», nos dice, «y yo estaba ocupado clasificando formularios que a veces la gente no rellena bien». Sus compañeros de trabajo resaltan el carácter anodino y sencillo de José, hasta el punto de que en varias ocasiones ha tenido que dormir dentro de la gestoría tras cerrar ésta sin que nadie se percatase de que aún estaba en el interior.
Su esposa, María del Carmen Pérez, asegura que «lo más creativo que ha hecho mi marido ha sido poner la Primitiva dos veces al mes, el tema del arte a él ni le va ni le viene, y no es nada intenso; yo de hecho a veces le veo que va por la vida como desganado, no se le sublima el alma contemplando una roca, ni nada». Con respecto a Canarias, Pérez explica que a su marido «le gusta el mojo y las papas negras, pero se come lo que haya, es de buen conformar».
Los científicos creen estar ante una oportunidad excepcional de investigar el llamado «cromosoma de la genialidad creativa» y cómo éste se divide en el interior del útero materno cuando alberga más de un bebé en gestación. Genetistas de la ULL sostienen que más allá de la división celular, es posible que un feto se lo arrebate a otro a patadas intrauterinas.
Luis Morera, que acaba de terminar la gira de promoción de «Remembranzas Palmeras, ya tú sabeh», el disco que grabó junto a Pitbull, ha declinado hacer declaraciones al encontrarse sublimado contemplando una roca.