A la altura de gran fiasco ha quedado lo que podría haber sido el primer hallazgo importante del Gran Telescopio de Canarias tras su inauguración en 2009. El Instituto Astrofísico de Canarias dio por válidas, en un primer lugar, las observaciones del joven científico Michael Ayoze Santana, quien aseguró haber localizado una nueva galaxia compuesta de siete estrellas verdes. Horas más tarde, el propio IAC desmintió el descubrimiento y explicó que el GTC había sido enfocado, “por algún bromista”, hacia una bandera situada en Fuencaliente.
El descubrimiento suscitó en un primer momento un inusitado interés por parte de toda la comunidad científica internacional, especialmente de los astrónomos, así como de los colectivos independentistas. En sus foros de Internet comenzaron a fluir las sugerencias para bautizar esta nueva galaxia, lográndose un rápido consenso para llamarla “Galaxia Ay-mamá-bandera-tricolor”. Varios líderes de partidos de corte independentista tomaron la decisión de realizar un pronunciamiento conjunto sobre este hallazgo, pero posteriormente fue desechado al no alcanzar un acuerdo para determinar un punto de reunión en el que definir los términos de su comunicado de prensa.
Una vez aclarado el origen de la misteriosa galaxia, el propio Michael Ayoze Santana compareció ante los medios de comunicación para pedir disculpas y achacó el error a “las prisas de la juventud”, si bien su director de proyecto comentó que «algo de incompetencia también puede haber». Actualmente se investiga quién pudo enfocar un telescopio de cientos de millones de euros hacia una bandera en Fuencaliente que carece, obviamente, de valor científico.
En tanto no se fije un protocolo más restrictivo que impida que pueda volver a suceder un hecho como éste, desde la empresa que gestiona el GTC se ha pedido a los vecinos de la zona circundante, y de toda La Palma, que se abstengan de izar u ondear banderas que puedan contener elementos astrales, como estrellas o planetas, lo que ha generado una queja formal de la comunidad brasileño-estadounidense residente en San Andrés y Sauces. Por otra parte, la revista «Science» se plantea demandar a Michael Ayoze Santana el coste de haber parado las rotativas para incluir en su próximo número el frustrado hallazgo.
¡Qué pena!. La verdad que el nombre de esta nueva galaxia me molaba.
Lo que está claro que algunos sólo les da por mirar para arriba… Porque lo que está abajo…
¿Cuestión de poesía ?