En el inicio de la fase 2 y con la reapertura de las playas, el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ha anunciado que delimitará las zonas de cruising en las dunas de Maspalomas, compartimentándolas con señalética vertical, a fin de evitar excesivas aglomeraciones y garantizar que se respete en la medida de lo posible la distancia social. El Consistorio del sur de Gran Canaria es consciente, según explican fuentes de alcaldía, de que «en las dunas la distancia social y las mascarillas no son muy compatibles con la actividad consustancial al cruising pero al menos podemos intentar que los amontonamientos no se salgan de madre».
El municipio no quiere perder al numeroso turismo que acude cada año a esta zona atraído por la alta tolerancia a los comportamientos sexuales más o menos explícitos en público, ya que se trata de un turismo de alto poder adquisitivo. Según las fuentes antes mencionadas, «pensamos mucho, por ejemplo, en ese señor que ahora está en Hamburgo pensándose si venir o no a pasear por las dunas y practicar sexo esporádico con uno o varios desconocidos, y queremos que sepa que puede venir a hacerlo con total tranquilidad en lo que se refiere al covid-19, ya la parte de las venéreas o las ETS las tendrá que gestionar él mismo». Las orgías y el sexo en grupo al aire libre quedarán limitados a un máximo de cuatro personas, y desde el Ayuntamiento se editarán folletos en diferentes idiomas recomendando posturas que dificulten la transmisión del coronavirus. En cambio, los intercambios sexuales en hoteles y apartamentos tendrán que ajustarse a lo que dicte la normativa del Ministerio de Sanidad.
Con estas medidas, San Bartolomé pretende ir ganando terreno para asegurar que el municipio continúe siendo LGTBI friendly pero al mismo tiempo se gane la etiqueta de covid-19 not friendly de cara a poder organizar en 2021 los Carnavales y el desfile del Orgullo que tantos ingresos proporcionan al municipio.
