El Circuito del Motor de Tenerife, en 6 claves

Esta tarde se presenta en el Auditorio Adán Martín, una vez más, el proyecto del Circuito del Motor de Tenerife, con la asistencia de figuras vinculadas al mundo del automovilismo, como el periodista Antonio Lobato, el piloto de Fórmula 1 Carlos Sainz, e incluso José Antonio «el Palanca», destacado mecánico que tiene su taller en La Victoria y que es conocido por cómo truca las motos. Coinciden frente al Auditorio dos concentraciones de detractores y defensores del Circuito, por lo que se teme que la situación alcance preocupantes niveles de tensión.

El Circuito del Motor es un proyecto polémico, que lleva décadas desarrollándose y que hasta la fecha ha supuesto ya un desembolso de dinero difícil de cuantificar sin que se haya quemado media rueda aún en su inexistente asfalto. No pocas voces de la sociedad civil, sobre todo ambientalistas y ecologistas, han alertado del peligro medioambiental que representa la obra. Desde El Baifo Ilustrado, damos hoy varias claves para comprender mejor la polémica con el Circuito del Motor.

¿Cuál es el origen del proyecto?

Todo se remonta a una mañana, en la década de los 80, en la que Eduardo Pintado, conocido gentleman de la sociedad isleña y consejero del Cabildo de Tenerife en varias ocasiones, se levantó con ganas de un circuito. Su experiencia personal en el mundo del automovilismo, una afición que le apasionaba, le llevó a determinar que era absolutamente imprescindible para Tenerife contar con una infraestructura a la altura de su entusiasmo por este particular. Y desde entonces dedicó casi el 100% de sus, por otro lado exiguos, esfuerzos como cargo público a sacar adelante este proyecto. A base de insistir día y noche con el tema logró carta blanca, ya que sus superiores en la jerarquía política preferían dejarlo hacer a seguir escuchando su interminable anecdotario automovilístico.

¿Por qué en Granadilla?

¿Y por qué no? Tenerife cuenta con un 48% de su suelo bajo alguna figura de protección, pero hay muchas zonas sensibles que aún pueden destrozarse. Además, al situarlo en este municipio aumentan las posibilidades de bautizarlo como «Circuito Ignatius Farray – ¡¡Niñoooo!! – Olrait», lo que dispararía su popularidad.

¿En qué estado se encuentra el proyecto del Circuito ahora mismo?

El proyecto del Circuito del Motor ha pasado por multitud de vicisitudes en los últimos 15 años, que son los que lleva, aproximadamente, dando tumbos y consumiendo recursos públicos. Desde la presidencia del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior primero y Carlos Alonso después pusieron todo su empeño en sacarlo adelante encomendándoselo a un italiano con referencias muy poco fiables (de hecho, fue condenado a siete años de prisión por alzamiento de bienes en otro caso) al que finalmente le rescindieron el contrato y al que llevaron ante la Fiscalía por irregularidades.

Ahora mismo, el proyecto va «como una moto» y prueba de ello es que en la presentación de esta tarde no sólo habrá infografías y maquetas, sino que el Cabildo, en concreto el vicepresidente Enrique Arriaga, ha conseguido que le presten un coche de verdad (no uno de los de llevar a la familia, sino uno de ésos de fardar para impresionar a las pibas), como puede verse en los vídeos que ha puesto a circular en las redes sociales.

El Pleno de mayo del Cabildo acordó una inversión plurianual de 60 millones de euros en el periodo 2022-2025 para la construcción y puesta en marcha de la infraestructura, que se suman a las decenas de millones que ya se llevan gastados en nunca se supo bien qué, cabe suponer que en estudios de viabilidad, redacción del proyecto, promoción y, quién sabe, estudios de impacto medioambiental.

¿Va a tener rentabilidad el Circuito del Motor? ¿Recuperará Tenerife la inversión?

Depende de en qué se mida la rentabilidad. Si lo medimos en la felicidad de los aficionados que ya están más que hartos de recorrer a toda mecha la subida de Los Loros, en Arafo, o la comarca de Acentejo, entonces sí, será plenamente rentable. Si lo medimos en sucios euros, es más difícil de cuantificar.

Es posible que Tenerife recupere la millonaria inversión que va a hacer gracias a los equipos de Fórmula 1 y Moto GP que se pelearán por trasladar toda su infraestructura a la Isla para hacer sus pretemporadas, más las decenas de miles de turistas que vendrán a verlo. De hecho, no se descarta tener que ampliar el puerto de Granadilla, oportunamente cercano, para dar abasto.

Otra fuente de ingresos será el alquiler de los paddocks para la celebración de bodas, comuniones y cumpleaños, una opción novedosa en la que el Cabildo está trabajando, con tarifas populares y atractivas ofertas.

Los cálculos más optimistas dan por recuperado el dinero para 2080.

Pero, ¿cómo encaja la promoción del automovilismo con la descarbonización de Canarias?

A priori no es fácil entender cómo pueden conjugarse las estrategias para la transición energética de las Islas con la frenética promoción de un deporte basado en la quema de toneladas de combustible por razones meramente lúdicas, pero expertos consultores en energía aseguran que Tenerife podría ser banco de pruebas para un cambio de paradigma en la Fórmula 1, con carreras con coches eléctricos. Menos vistosas, pero más sostenibles. En cualquier caso, es posible que el consejero de Transición Ecológica, José Antonio Valbuena, que fue responsable de Medio Ambiente en el Cabildo insular entre 2015 y 2019, tenga una respuesta perfectamente razonable.

¿Puede Tenerife permitirse este gasto?

Sí, porque todo lo demás está perfectamente, y si acaso hiciera falta algo (encalar una pared, arreglar un bache en una carretera, eliminar un emisario ilegal, o similar), se pide dinero a cuenta de los Fondos Next Generation y listo.

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Un comentario en «El Circuito del Motor de Tenerife, en 6 claves»

  1. Ños Maruca, ni Richi Melichior lo hubiese dicho más claro. Te daba un frangollo recién hecho de lo bien que lo has sintetizado

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