Gilberto Hernández, avicultor y dueño de la pajarería Príncipe Alberto, situada en el mercado municipal de El Paso (La Palma), ha presentado el primer cruce entre loro y canario, que ha dado lugar a una exótica nueva especie avícola con la envergadura de un loro y su capacidad para aprender, al tiempo que muestra el color y el dulce trino de un canario. La comunidad veterinaria no sale de su asombro.
Hernández cuenta que «mi sueño desde hace mucho tiempo era crear una nueva raza de ave, y se me ocurrió que cruzando loros y canarios podría salir algo interesante». No obstante, no fue tarea fácil, según él mismo relata: «al principio las loras y los canarios no se llevaban bien compartiendo jaula, se peleaban por el alpiste y normalmente ganaba la lora, por ser más grande y tener más mala leche». Para lograr el apareamiento, Hernández hubo de armarse de paciencia y seguir probando: «les echaba un paño por encima en la jaula, les ponía música Barry White, les compraba alpiste del caro…». Así hasta que un día, de unos huevos que incubaba la lora salió una pequeña ave amarillenta y con un cantar muy característico. «Ahí supe que había triunfado», señala el avicultor.
Tan pronto como pudo, Gilberto Hernández comenzó a enseñarle a la nueva ave el repertorio de Los Sabandeños, que ésta captó enseguida y a la perfección, deleitando a todos los visitantes de su puesto en el mercado ora con la Isa de Candidito, ora con Parranda Canaria. El avicultor confía en poder presentarle esta singular ave a los propios Sabandeños con motivo de su 50º aniversario, así como en seguir criando una súper raza de «loronarios» que pueda convertirse en el Spotify con plumas de la música canaria, reproduciendo desde Braulio hasta Quevedo.
