El Cabildo de Tenerife ha anunciado que el próximo año 2018, el espacio cultural conocido como el Tanque se trasladará al municipio homónimo. A partir de esa fecha, quienes deseen disfrutar de eventos culturales como el Keroxen, habrán de desplazarse al noroeste de la isla.
La medida responde a una respuesta singular a un viejo anhelo de la corporación tanquera. La identidad nominal entre el municipio y el espacio cultural llevaba a un turismo despistado a buscar el segundo en las inmediaciones del primero. Con esta medida, el área cultural del gobierno insular tinerfeño pretende llevar a la región norteña de la isla un espacio que goza con bastante popularidad entre los sectores entendidos, así como el consecuente flujo de visitas.
Con el fin de contrastar esta información, me dirijo a una fuente de toda confianza en los asuntos cabildicios: Emiliano Cifuentes, dueño de una cafetería próxima al edificio central del gobierno insular. Este nos cuenta el motivo oculto de esta mudanza: “por aquí vienen bastantes funcionarios del Cabildo y se les suelta la lengua. La realidad es que las cuentas no cuadran y hay que plantearse soltar lastre. La identidad de nombres y la confusión por parte de gente que no sabe leer un mapa han convertido al Tanque en el candidato número uno. Pobres tanqueros, no les arriendo la ganancia, porque esas infraestructuras son carísimas de mantener”, concluyó mientras preparaba un cruasán de pollo con todo incluido para un vigoréxico ansioso por saltarse la dieta.
