Miembros de Seguridad del equipo que rodó la segunda parte de Wonder Woman en Fuerteventura se vieron obligados a desalojar a la diputada socialista Patricia Hernández, quien merodeaba por el entorno del set de rodaje e incluso llegó a colarse en el mismo, en la errónea creencia de que la película era un biopic sobre su vida. Tras varios momentos de tensión, Hernández fue escoltada hasta el exterior del área cerrada para la filmación y fue advertida de que no intente volver a entrar en el mismo. Dejado atrás el disgusto, la diputada ha convocado a los medios de comunicación días después para dar su versión de los hechos.
«Oh, y qué quieren, con ese título lo mínimo es pensar que se trate de una película sobre mi vida y sobre cómo he ido superando las dificultades intrínsecas a mi militancia socialista para hacer carrera e ir en diferentes listas electorales», ha señalado con obvia decepción la diputada, quien ha acusado además a la productora de sembrar la confusión con un título que «de forma deliberada o subyacente hace referencia a mi carrera política y a los equilibrios que hago en pos de la conciliación». Patricia Hernández ha explicado también que «mi única intención era sentarme con Gal Gadot, que me han dicho que es la protagonista, para darle algunas indicaciones y que pudiera captar mejor mis gestos y mi modo de abrir mucho los ojos, pero no me han permitido siquiera acercarme; creo que el hecho de que finalmente la película no sea sobre mí, que es un dato que no me han confirmado, no es excusa».
Por su parte, el secretario general del PSOE en Canarias, Ángel Víctor Torres, ha pedido perdón a la productora en nombre del partido y ha declinado hacer declaraciones a este respecto, si bien algunos de sus críticos, siempre en círculos internos socialistas, han recordado que el año pasado Torres asistió al casting de Han Solo, que también se rodó en Fuerteventura, con la esperanza de conseguir un papel en la película y enseñarle a Han qué se siente cuando se está solo.
