Exploradores de National Geographic confirman que Masca está habitado

Los exploradores británicos tomaron esta imagen del asentamiento
Los exploradores británicos tomaron esta imagen del asentamiento

Los antropólogos Jon Hilltop y Madeleine Wright, exploradores ingleses pertenecientes a National Geographic, han podido confirmar a través de su última expedición que el caserío de Masca, en Buenavista (Tenerife) está habitado por una tribu cuyo nombre se desconoce y que ha establecido un modo de vida en este entorno salvaje basado en el trueque de servicios por dinero con los numerosos extranjeros que se aventuran cada año a recorrer el barranco.

Hilltop y Wright han tardado tres días en completar su trayecto a pie desde su campamento base en Los Silos hasta el caserío de Masca, en una expedición sufragada por los socios de National Geographic dentro del proyecto de documentación de formas de vida que aún permanecen ajenas a la civilización. Algunos buenavisteros se ofrecieron a llevarlos en coche por un precio módico, pero Hilltop explica que “preferimos ir caminando por si acaso topábamos con algún masquense que hubiera salido del entorno a cazar o a por provisiones, y además la carretera tiene demasiadas curvas y es estrecha de narices”.

Al llegar al caserío de Masca, Hilltop y Wright descubrieron un pequeño poblado alrededor de una plaza donde los masquenses han establecido una especie de minisociedad con servicios de cafetería y mercadillo de artesanías. “Al principio los lugareños nos miraron con desconfianza, pero pronto empezaron a interactuar con nosotros, preguntándonos en su primitiva lengua si teníamos tickets para el barco que llega hasta la playa de Masca, al final del barranco, y ofreciéndonos uno por 16 euros”, relata Wright.

Tras unos pequeños intercambios de figuras de madera y paquetes de manises por dinero, los exploradores fueron llevados en presencia del gran chamán de la tribu, al que allí conocen como “presidente de la asociación de vecinos”. Éste, en un gesto de hospitalidad, les invitó a un café y les narró la gloriosa historia del pueblo masquense, con hitos como la mágica llegada de la luz, y les expuso los principales anhelos de su pueblo, como un centro de salud, un helipuerto, un estadio olímpico y la presencia semanal del presidente del Cabildo, Carlos Alonso, considerado como un semidiós, ante el cual sacrificarán una cabra para ganarse su favor y ver cumplidos sus deseos.

Ambos exploradores preparan un libro con su aventura, que presentarán en Tenerife el próximo otoño. Desde su experiencia piden que se respete el modo de vida masquense y que no se intente aculturar a los lugareños llevando hasta Masca comodidades del mundo moderno como el teletexto.

Entradas relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *