El nuevo vicealcalde de Santa Cruz de Tenerife, el popular Guillermo Díaz Guerra, se estrena en el cargo con cierta controversia, ya que acaba de conocerse que ha contratado a un asesor que estará dedicado exclusivamente a grabar sus conversaciones más polémicas. Las retribuciones de este personal eventual ascenderán a 35.000 euros anuales, más pluses de nocturnidad y peligrosidad, ya que deberá estar a disposición del concejal para grabarle diciendo alguna inconveniencia a cualquier hora del día o de la noche e incluso en entornos hostiles, como la sede del PP.
El propio Díaz Guerra quita importancia a este hecho, ya que recuerda que la contratación de eventuales entra dentro de sus atribuciones, y añade que «en el Pleno de la moción de censura ya admití que soy un poco bocachancleta [en alusión a las grabaciones hechas públicas en las que reconocía que no estaba a gusto en la política municipal] y no voy a cambiar, así que he pensado que para que me grabe un desconocido o un anónimo, que lo haga alguien de mi confianza». El teniente de alcalde explica que «la persona elegida tiene en su currículum aspectos relevantes como haber ejercido de productor de Manolo Escobar y organizar fiestas en acuartelamientos de la Legión; además, tiene conocimientos de edición de sonido, con lo cual podrá añadir tronchantes efectos a mis declaraciones». En otro orden de cosas, Díaz Guerra no quiso ni confirmar ni desmentir que, en el reparto de competencias, pidiera explícitamente asuntos que no le obligaran a salir del centro de Santa Cruz ni tener que acercarse a los barrios a hablar con gente que tiene problemas.
Por su parte, el PSOE, ahora en la oposición, ha lamentado un gasto que ha tachado de «extravagancia» y ha asegurado en un comunicado que «colocando micros en los despachos ahorramos mucho dinero al Consistorio y damos la posibilidad a todos los representantes municipales de tener sus conversaciones chuscas grabadas y listas para filtrarlas a los medios cuando sea conveniente».