La creciente importancia del mundo digital en nuestras vidas ha hecho que cada vez más personas se preocupen por el destino de sus datos, una vez hayan abandonado este mundo. El legado electrónico es fuente de desvelos para mucha gente, de modo que, desde el ámbito legal hayan surgido recomendaciones centradas en la previsión para ese momento que nos ha de llegar. A grandes rasgos, hay que prepararse para el paso al más allá, dejando todo atado y bien atado en el más acá. Eso es lo que ha hecho un ciudadano gomero: ha hecho testamento, indicando que, tras su muerte, los discos duros de todos sus dispositivos informáticos sean destruidos por militantes del Partido Popular.
Nos ponemos al habla con Armiche Rodríguez, residente en Agulo. Informático de profesión y apasionado del mundo digital desde su más tierna infancia. Por videoconferencia, nos explica las razones de su decisión: “Internet es incontrolable. Una vez subimos algo a la nube, se vuelve incontrolable y en nuestros discos duros acabamos acumulando toda la historia de nuestra vida digital. Imagínese que, una vez fallecido, mis herederos descubren el porno que me he bajado, o las pelis y juegos que me he descargado… bueno, hipotéticamente, que yo no hago nada de eso ¿eh? Así que he decidido que, cuando yo no esté, se proceda a la eliminación de todos mis dispositivos, estén activos o no. Para ello, no me fío de nadie más que de profesionales y es por eso que voy a ponerlo en manos del PP.”
Según establece en su testamento el señor Rodríguez, una vez se dictamine su deceso, todos sus ordenadores, tablets y móviles serán llevados a la sede más próxima del Partido Popular donde, ante notario, serán machacados por el procedimiento del martillo pilón. Los pedazos resultantes de la destrucción acompañarán al difunto en su viaje a la otra vida. “A la egipcia, pero en moderno” -concluyó don Armiche.