Mientras el conflicto entre las repúblicas que se reparten el gobierno de la Graciosa sigue su curso, destacados personajes de la sociedad y la cultura local e internacional intentan aunar esfuerzos para detener la sinrazón de un conflicto bélico que día a día sube de nivel.
Concierto solidario “Canarias for La Graciosa”
El productor musical de eventos Joan Pi Rumeu, conocido por los festivales “Ultrasound Ultratumba” y “Cofete Copy & Paste Festival” ha presentado un proyecto junto al experto en telemaratones Manuel Artiles que amenaza con cambiar para siempre el concepto de solidaridad: el festimaratón. La habilidad del empresario canario-catalán para montar eventos con artistas de medio pelo se une al gancho del comunicador tinerfeño para recolectar macarrones, con el fin de llevar a cabo en la ínsula chinija un festival solidario en el que cada artista aportará en sus actuaciones arte, tronío y diez arrobas de arroz, gofio o pan de molde. Estos productos estarán destinados a la población civil de Montaña Clara, que ha sufrido en sus carnes el horror de la guerra. Artistas de la talla de Pepe Benavente, las K-Narias, Chago Melián, Idaira o Instinto Cómico han confirmado su interés por participar en el festival que se celebraría por partida doble en las capitales de ambas repúblicas.
Por su parte, la sociedad graciosera ha respondido al generoso ofrecimiento de Pi Rumeu y Artiles lanzándose a las calles de Caleta de Sebo y de Pedro Barba para protestar ante la posibilidad de que el festimaratón se celebre en dichas ciudades. “Ya es bastante suplicio tener que soportar los desastres de un conflicto bélico que ha enfrentado a hermano contra hermano, padre contra hijo y cuñado contra cuñado” –sentencia Acidalia Martín, portavoz de los manifestantes de Caleta de Sebo-. Más contudente en su parlamento ha sido su homólogo de Pedro Barba, el pastor protestante Óscar Washington Tabuenca, que ha relacionado el evento musical-solidario con una conspiración para sojuzgar ambas repúblicas y someterlas a un misterioso poder exterior relacionado con el maligno. Requerido por los medios para que profundizara en su teoría “mosén Tabu”, como le conocen los nordgracioseros, intentó vender por veinte euros el ejemplar un libro de su cosecha titulado “La guerra de la Graciosa, las profecías de Nostradamus y el advenimiento del fin del mundo: interacción y propuestas”.
La virulencia de las protestas a ambos lados de la frontera ha llevado a los gobiernos de ambas repúblicas a pactar una solución que solamente podemos etiquetar como salomónica: el festimaratón se celebrará en un lugar situado en la franja existente entre Agujas Grandes y la Montaña del Mojón, donde casualmente los nordistas hacen pruebas con sus cañones autopropulsados S-60 y los sudistas ultiman una versión terrestre del clásico misil antibuque “Exocet”.
Gastronomía por la paz
La cruenta guerra que se desarrolla en tierras gracioseras ha desencadenado también emotivas reacciones en el seno de la comunidad internacional. Así, la gastrónoma escocesa Pam Bhufetta ha hecho un sentido llamamiento desde lo más profundo de sus ciento treinta quilos de ser para que cesen las hostilidades. “Tuve ocasión de visitar la isla de la Graciosa durante la primera edición de FRITUR” –nos cuenta la señora Bhufetta mientras hace un alto en su participación en el congreso-degustación “La croqueta y su dimensión social”- “disfruté de los placeres de su gastronomía en una ligera merienda-cena de siete platos y prometí volver a hacerlo en el futuro”. Antes de volver a su puesto como moderadora en la cata redonda sobre el rebozo y sus aplicaciones, la experta culinaria presentó en exclusiva para El Baifo Ilustrado su propuesta “Tapa la boca del fusil”, una ruta de la tapa por los locales de restauración de la isla graciosera a la que ya se han adherido los representantes del sector en la Cámara de Comercio insular. La máxima será el intercambio de armas por tapas y el de cascos por vasos de vino.
Mientras todo esto sucede, la enviada especial de la ONU para mediar en el conflicto, la lanzaroteña Rita Martín ha declarado su adhesión total al proyecto de Pam Bhufetta a su llegada a la isla de Pascua: “estoy de acuerdo con la necesidad de que llenar de tapas la graciosa. Las tapas evitan que el calor se vaya y que la gente se caiga por los agujeros de la calle”.
¿Y qué carajo van a hundir con un exocet?
Si sólo el misil ya es más grande que todos los barcos de la Graciosa…¿No intentarán extender el conflicto a Noruega hundiendo el FasFlurry de Fred Olsen?