Con la llegada del mes de octubre llega el otoño y con él los preparativos navideños. Municipios como La Laguna o Tegueste comienzan la instalación de su iluminación, en tanto que otros como Santa Cruz anuncian la futura tenencia de algún adorno cuyas dimensiones conviertan a la capital en referente. Sin embargo, antes de que lleguen esas entrañables festividades tenemos cita obligada con los finados o, desde un punto de vista comercial, con Halloween y Catrina. Sapos, culebras y bichos muertos; dientes, urracas y amuletos se dan cita junto a seres como los vampiros, las momias y los esqueletos.
Consciente del potencial de esta festividad, el emprendedor de origen catalán Joan Pi Rumeu ha presentado en Las Palmas una propuesta que él mismo ha definido como novedosa y singular: un festival de cine de terror que llevará por nombre “Isla Cagalera”.
Don Joan -que comienza reconviniéndonos por publicar su segundo apellido incorrectamente en algunas noticias- empezó a interesarse por el mundo audiovisual cuando intentaba sacar adelante su adaptación de Verano Azul dedicado a la adolescencia de Alberto Núñez Feijóo. Allí, nos explicó, descubrió el potencial de este sector y consideró que un festival de estas características podía ser ideal en estas fechas. “Es increíble que nadie haya pensado en esto” -manifestó con una expresión de perplejidad que arrojaba ciertas dudas.
Las películas de mucho miedo serán las protagonistas y don Joan ha adelantado a este medio en primicia que habrá títulos de primer orden e invitados de gran prestigio. “Aún no hemos concretado nada, pero tenemos confianza” -dijo, mientras intentaba contactar con los responsables de El Baño Barato para conseguir su patrocinio.