La introducción del VAR en el mundial de fútbol de Rusia ha tenido un efecto inesperado en la política española: Izquierda Unida Canaria ha solicitado que este sistema electrónico de arbitraje se incorpore a todos los comicios electorales que se celebren en el país, a partir de las elecciones de 2019.
La propuesta se presentó el pasado martes, después del partido entre las selecciones española y marroquí. Como recordarán, el VAR sirvió para que el gol que daba a España la tranquilidad del empate y, a la postre, el acceso a la cabeza de su grupo, subiera efectivamente al marcador. Exultante, ante la posibilidad de que un sistema semejante diera a la coalición mejores resultados que los obtenidos en las últimas citas electorales, Ramón Trujillo organizó una estrategia por la cual, su propuesta fue presentada en el Parlamento de Canarias, en el Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.
Para saber del resultado de la petición, nos ponemos al habla con “Fidernesto Chávez”, pseudónimo por el cual un militante de IUC que dice residir en Taco, pero habita habitualmente en Buenavista del Norte, quiere ser conocido. “Ya he abandonado ese alias, señor Gunnarson” -me aclara- “ahora me hago llamar Hochimincillo Vonguyenyap y digo que vivo en San Miguel de Geneto. El nombre lo he cogido para ver si hay algún sendero luminoso en mi vida y lo segundo porque, con lo que está siendo el partido, me siento como en un túnel. Con lo que yo he sido, si me pillan con este pseudónimo en los viejos buenos tiempos me hubieran echado a patadas por foquista y por guevarista, pero a lo que vamos: Trujillo entró muy contento en el Parlamento, pero se llevó un buen chasco, cuando al intentar registrar la proposición, le contestaron que lo canalizara a través del grupo que Podemos tiene en la cámara. Cuando intentó explicar que él venía como parte de IU-UP, le preguntaron si eso aún existía y ¡para qué fue eso! El compañero Ramón salió hecho una furia y encaminó sus pasos hacia el Cabildo. Allí, en el registro de entrada le miraron con cierta confusión e inquirieron un dubitativo ‘I ¿Uh?’. Sin embargo, lo peor llegó cuando se llegó hasta el consistorio capitalino, donde le confundieron con un militante de Sí Se Puede. Al final, se quedó sentando en un banco de la plaza Weyler, llorando a moco tendido, mientras pedía al compañero Eparquio -que le había acompañado en todo este periplo- que, con su guitarra, le ejecutara los temas más tristes de Pablo y de Silvio.”
Después de despedir al señor Vonguyenyap -que se iba a ver a su médico de cabecera, para ver si le cambiaba los “tranquimanises” por algo más fuerte- consultamos con otras fuentes cercanas al entorno de IUC, las cuales nos informaron de que, inasequible al desaliento, el camarada Trujillo había llevado su propuesta a todos los ayuntamientos tinerfeños y recibido únicamente respuesta positiva del de Fasnia.
