Pronto se abren las puertas giratorias para el exministro y expresidente del PP canario, José Manuel Soria. Cuando apenas han transcurrido quince días desde su renuncia al frente del ministerio y del partido en las Islas, el PP de Bahía Aventura ha anunciado la incorporación de Soria a La Patrulla Canina en calidad de asesor especial de la alcaldesa Goodway y de Ryder, coordinador de la patrulla, un gesto que cuenta con la abierta oposición de Chickaletta, la gallina de la alcaldesa que hasta el momento ejercía como consejera principal del Consistorio.
Si hay algún problema en Bahía Aventura, José Manuel Soria va a solucionar, podría rezar ahora el himno de la ciudad. El propio Soria ha manifestado que afronta esta nueva etapa «con ilusión y con muchas ganas de trabajar por esta encantadora ciudad, que necesita una urgente renovación urbanística como la que yo lideré en Las Palmas en los años 90». Muchos analistas interpretan estas palabras como un anuncio de que en breve Bahía Aventura contará con un canódromo, sin torres, en el que los miembros de La Patrulla Canina puedan correr a sus anchas.
Soria asegura que quiere «impulsar los principales sectores productivos de Bahía Aventura, una economía basada fundamentalmente en la granja de Yumi y Al, y en la actividad pesquera del capitán Turbot, a todas luces insuficiente para que Bahía Aventura se convierta en un referente dentro de su entorno». También inspeccionará a fondo el sistema energético de la ciudad, y ya está en conversaciones con Repsol por si la empresa tuviera interés en hacer prospecciones en busca de petróleo.
Las primeras voces críticas no se han hecho esperar. El periodista Carlos Sosa ha advertido a la alcaldesa Goodway de que el objetivo final de Soria es desplazarla de las listas del PP de Bahía Aventura para empezar a recomponer su poder regional dentro del partido, sin descartar que lo haga a través de un tercero, como Wally, la morsa del capitán Turbot.
