Las negociaciones entre nacionalistas y populares no parecen llegar nunca a término, una situación que empieza a desconcertar a los canarios que se preocupan por ella. Las diferentes líneas rojas y ultimátums que el PP ha ido planteando han quedado en agua de borrajas, y mientras tanto, CC sigue gobernando en solitario, como hace desde que en diciembre del año pasado se rompiera el pacto que mantenía con el PSOE. Este aparente estado de incertidumbre podría tener una explicación singular, según varios politólogos.
Antonio Nuño, del colectivo Politikeon, señala que «parece evidente que la estrategia de Coalición Canaria pasa por alargar y alargar las negociaciones hasta que llegue el 2019 y sea momento de convocar nuevas elecciones; esto tiene varias ventajas, ya que Fernando Clavijo puede continuar gobernando en solitario y atrayendo al PP con iniciativas puntuales para las que necesite su apoyo sin tener que aguantar consejeros de otro partido, que pueden ser muy impertinentes». Esto implicaría una nueva crisis de gobierno con la salida de José Miguel Barragán, quien no podrían compaginar unas interminables negociaciones que no van a ninguna parte con su papel como consejero de Presidencia. Nuño asegura que «es fácil estancar las conversaciones con exigencias absurdas que ninguna de las dos partes puede asumir, como que María Australia Navarro lleve zapato plano o que José Manuel Baltar deje de hablar como un teleñeco».
Algunas fuentes dentro de CC aseguran que esta operación cuenta con el visto bueno de Mariano Rajoy «porque tendría entretenido a Antona al menos año y medio más, y luego dejaría el camino libre para el retorno de José Manuel Soria a la política regional a lomos de un corcel negro llamado Peste». Por su parte, la plataforma «Kids for Antona» continúa con su trabajo lobbista para que el líder popular llegue al Gobierno cuanto antes.