La llamaremos Fefa porque, por razones de seguridad, prefiere no dar su verdadero nombre. Es una de las pocas mujeres canarias de mediana edad que no sufre problemas de tránsito intestinal ni se siente hinchada. Al contrario, según asegura a El Baifo Ilustrado esta residente de Las Rehoyas, en Las Palmas, las funciones de su aparato excretor son puntuales y sanas, con picos de intensidad momentáneos pero no preocupantes. Esta singular condición ha convertido a Fefa en objetivo de una célula terrorista, el Comando Activia, del que sospecha que trama un plan para matarla o, como poco, tupirla.
Fefa narra la desazón de su día a día: «cuando paso por los lácteos del supermercado noto sombras que se mueven a mis espaldas, y muchas veces llego a caja y tengo en el carro yogures y cereales con extra de fibra que yo no he puesto; temo que me estén lanzando un mensaje subliminal, como diciéndome que ya caeré en sus redes». Por ese motivo, Fefa es especialmente cuidadosa a la hora de comer, y apenas ingiere alimentos fuera de su casa. «Mi cocina es mi fortín, pero no puedo fiarme de lo que me ponen para comer por ahí porque a saber si el Comando Activia me está poniendo astringentes en la comida; es un riesgo que no puedo correr».
Esta mujer grancanaria ha puesto su caso en manos de la policía para conseguir algún tipo de protección, y se ha dirigido también al Ministerio de Exteriores dada la posible implicación del Cuerpo Diplomático de Danone a través de algunas de sus embajadoras, que estarían operando al margen de la legalidad. De igual forma, ha intentado contactar con la NSA para ver «si en las escuchas se han enterado de algo de lo mío, que vivo con mucha angustia».
Mientras, Fefa sigue con su dieta variada y rica en fibras naturales para seguir siendo la mujer puntual que siempre ha sido, una mujer sin miedo. Amigos y vecinos se han movilizado a su favor en Twitter bajo el hashtag #FefaCagaTranquila.