Aproximadamente 10.000 ejemplares de unas 500 especies de animales viven a día de hoy en el conocido (y controvertido) zoológico situado en Puerto de la Cruz (Tenerife), Loro Parque. Según han dado a conocer a través de un comunicado, exigen que se aumente la plantilla de veterinarios del recinto para aliviar «las interminables listas de espera» que actualmente padecen. Las ratios con las que se manejan son demasiado altas, lo que genera retrasos en la atención y citas que se van posponiendo casi sine die.
Plumitas, una cacatúa filipina, asegura que le han dado cita con el veterinario para mayo de 2022 para revisarse un espolón en la pata izquierda «que me causa un enorme dolor y que tengo que calmarme por mi cuenta ingiriendo unas bayas que me he encontrado en el suelo en una zona que no voy a decir pero que me dejan más tranquila». Por su parte, Bromista, un tití de cabeza blanca de edad avanzada, señala que «llevo esperando cita desde la última revisión de la próstata, hace tres años; la próstata de un tití es una cosa muy delicada y a la vez muy desinquieta, hay que hacerle un seguimiento».
En el mismo comunicado, los animales trasladan a la dirección su interés por contar con una plantilla más amplia de veterinarios especializados en diferentes especies, para que no se repitan situaciones que han dejado insatisfechos a los animales. El año pasado, el delfín Saltarín no pudo ser atendido por el especialista en cetáceos, en aquel momento de baja temporal, y tuvo que verle una más orientada a las aves: «no sé, no digo que no fuera una gran profesional, pero lo solucionaba todo poniendo más vitaminas en el alpiste y a mí eso de poco me sirvió para mi dermatitis, la verdad».
Los animales esperan solucionar esta circunstancia por la vía del diálogo pero no descartan acciones más contundentes, como ataques organizados de periquitos, cuya furia es de sobra temida en la Naturaleza.