El de ayer fue un día de alegría, extrañeza y cierta confusión para el municipio norteño de Los Silos, en Tenerife. Desde primera hora de la mañana, los vecinos de este tranquilo municipio se dieron cuenta de que el día había amanecido distinto. Ello se debía a que Los Silos había sido declarado primer municipio canario eco-agro-social, una distinción que ya figuraba en los carteles de entrada al pueblo, y del que a estas horas aún se desconoce su procedencia y su significado.
La cartelería del municipio incluye los logos que acreditan la nueva condición de municipio eco-agro-social de Los Silos, e incluso algunos vecinos declararon para El Baifo Ilustrado sentirse diferentes. Demetrio González, silense de 52 años, aseguró que «yo hoy amanecí con otro ánimo, debe ser por la declaración, dicen en el pueblo que es una cosa buena que va a traer mucho turismo, pero habrá que verlo». Desde el Ayuntamiento, el alcalde Santiago Martín aún no sale de su estupefacción, porque ni el municipio ha optado a esta declaración ni se sabe qué organismo la otorga, y lo que es más importante en esta época de crisis, si viene aparejado algún tipo de beneficio económico. Tanto el Gobierno de Canarias, como el Cabildo de Tenerife, como la Fecam han negado estar detrás de la declaración, y se está a la espera de la respuesta del Ministerio de Medio Ambiente, la Organización de Estados Africanos, la Unión Europea y la Confederación de Islas de la Macaronesia Global.
Un gabinete de crisis en el Consistorio local analiza el origen y las repercusiones de esta inesperada distinción. Si bien el asombro es la tónica dominante, la declaración como municipio eco-agro-social despierta el optimismo de los responsables municipales, que ven en ello la oportunidad de ser pioneros, y por tanto referentes, en el Archipiélago. «A partir de ahora», señala una fuente del Ayuntamiento, «todos los productos de Los Silos van a llevar la pegatina eco-agro-social, para empezar; no sabemos para qué sirve, pero ahí está».
