El lagunero Ayoze Cifuentes descubrió el miércoles pasado con total estupor que Podemos estaba gobernando en la ciudad de los Adelantados. El descubrimiento le ha dejado en tal estado de shock, que sus familiares teman que pueda perder cualquier atisbo de cordura.
Todo comenzó el pasado martes, cuando tuvo conocimiento de la batalla campal entre fuerzas del orden y estudiantes de la ULL, por fuera de la Facultad de Bellas Artes. Fiel a su condición de militante del 15-M y activista en todo tipo de causas que tuvieran como máxima la lucha contra los poderes establecidos, Ayoze -pues nos ha pedido que le retiremos el “don”, al sentirse joven de espíritu- decidió organizar una pancartada digital, con el que expresar su apoyo a los detenidos tras la pelea y su rechazo hacia “los sicarios del poder establecido”. Cuando tuvo conocimiento de que los hechos sucedidos habían acontecido durante un evento organizado por el Ayuntamiento de La Laguna añadió a la convocatoria el eslogan “contra el sistema envilecido de Corrupción Canalla”. Para su sorpresa, llegaron a su perfil de Facebook -el cual mantiene por cuestiones estrictamente vinculadas a su activismo- varios mensajes en el que le advertían acerca del cambio de gobierno en la ciudad universitaria: Coalición Canaria había dejado paso al PSOE y, además, lo hacía con el apoyo de la formación morada.
“No lo entiendo, mano, es que no lo entiendo” -nos explica Ayoze en una entrevista hecha por videoconferencia y a través de una app. no perteneciente a ninguna multinacional- “Yo creía que eso de Unidas se puede era un truco de los de Sal si puedes (sic) para intentar robarnos votos. Ahora resulta que vamos de la mano con ésos y con los fracasados de Izquierda Unida y de EQUO y, por si no fuera bastante, sosteniendo a uno de esos cadáveres ambulantes del PP$OE. ¿Dónde se ha visto eso? Seguro que el compañero Pablo no sabe nada de esto. Él nos invitó a asaltar los cielos y a derribar el corrupto régimen de 1978, heredero de Franco, Hitler y de las corruptas sociedades capitalistas occidentales. Le he escrito para ponerle al tanto de lo que está sucediendo aquí, porque estoy bien seguro de que no sabe nada.”
Después de estas declaraciones, el compañero Cifuentes -como insiste en que le llamemos- no pudo continuar la entrevista, al recibir un e-mail de respuesta proveniente desde la ejecutiva del partido en Madrid y sufrir un síncope durante su lectura. Fuentes cercanas a su entorno indican que, desde ese día, no deja de repetir a todas horas las palabras “reeducación” y “gulag”.
