La crisis existencial abierta en Nueva Canarias tras su baja en el registro de partidos políticos del Ministerio del Interior obliga a sus dirigentes a tomar medidas inmediatas y radicales. En este sentido, El Baifo Ilustrado ha podido saber que el partido anteriormente conocido como Nueva Canarias se plantea, en un futuro muy próximo, una refundación que le llevaría a llamarse Nueva Nueva Canarias, aunque también suenan con fuerza otros nombres potentes pero con vinculación a la historia del partido como Pepsi presenta Nueva Canarias, Nueva Canarias 2.0 o La Chirimurga de Román.
Pero la refundación se propone con objetivos más ambiciosos que el mero cambio de nombre. Según fuentes de la formación nacionalista, se busca una fórmula jurídica que permita al mismo tiempo concurrir a las elecciones y eludir la obligación de depositar la contabilidad anual ante el Tribunal de Cuentas: «estamos entre la forma de la sociedad gastronómica y la peña quinielística, o incluso una combinación de ambos, que nos permitiría ganar afiliados en amplias capas de la sociedad».
Este inesperado golpe a Nueva Canarias, que de facto lleva un año sin existir registralmente, ha causado un hondo impacto en destacados miembros de la formación, entre ellos el presidente del Cabildo grancanario Antonio Morales, quien lleva días leyendo sin descanso tratados de Filosofía, desde San Agustín de Hipona hasta las memorias de Bertín Osborne, para intentar comprender la realidad en la que vive. De hecho, según han confirmado algunos de sus colaboradores, pide continuamente pruebas empíricas de su propia existencia.
La refundación de Nueva Canarias podría llevar también a una revisión del pacto de gobierno autonómico, en el que entraría un hipotético quinto partido, Nueva Nueva Canarias, que podría reclamar otra consejería más, so pena de retirar su apoyo al Gobierno.
Cuando leí la noticia en un periódico local me dije, «ya ficharon al baifo como redactor de plantilla».