El diputado de Nueva Canarias Pedro Quevedo es el hombre del momento, y lo sabe. Centro de la atención política del país al depender de su voto la aprobación de los presupuestos generales, el nacionalista ha endurecido su discurso para lograr obtener las inversiones que ha demandado en sus enmiendas. Para ello, se ha inspirado en el director de cine Quentin Tarantino, conocido por la excesiva violencia y el lenguaje soez de sus películas.
Subido a la tribuna del Congreso y blandiendo un arma que los servicios de seguridad de la Cámara no pudieron detectar, Quevedo sorprendió a todos con estas palabras: «Si quieres que apruebe tu puto presupuesto, vas a tener que besar mi jodido culo canario», mientras insistía en referirse a Rajoy como «ese maldito motherfucker». «¿Sabes cómo llaman en Canarias al diputado del que depende tu legislatura? Puto amo, así lo llaman», añadió. «Tú y yo tenemos asuntos pendientes», espetó al presidente del Gobierno.
Las enmiendas que ha presentado Quevedo representan 450 millones en inversiones para las Islas. El diputado explicó que «según Ezequiel 25:17, el camino del hombre recto, bitch, está por todos lados rodeado por la injusticia de los egoístas y la tiranía de los hombres malos, y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquellos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos», en relación al convenio de carreteras y el Plan Integral de Empleo de Canarias, sin ficha financiera desde hace varios ejercicios.
Pedro Quevedo cree que este nuevo estilo suyo, sin dejar de ser firme y un punto agresivo, también es una llamada al diálogo constructivo y permanente.