Que la pirotecnia es una tortura para los perros es algo bien sabido, pero que no evita que cada año se disparen miles de petardos y voladores en el Archipiélago. Hartos de esta situación, un grupo de perros se ha organizado para ladrar de forma continua e indefinida frente a la vivienda y las oficinas de los Hermanos Toste, conocidos pirotécnicos de las Islas; su objetivo es tanto vengarse como concienciar de lo molestos que son estos pequeños explosivos para ellos.
Liderados por Roque Nublo, un combativo caniche, los perros se han apostado en el exterior de los lugares antes mencionados, en Icod el Alto (Tenerife), y llevan ladrando desde las 5 de la mañana. A fin de no poder ser espantados con petardos, los perros han tomado la precaución de colocarse orejeras. Antonio Nuño, etólogo y experto en conducta canina, explica que «los perros han decidido dar un paso adelante en defensa de sus derechos, y cabe esperar que ahora el Pacma se suba a la ola». Nuño ha descifrado los ladridos, que corean eslóganes como «hasta los huevos de los petarditos» o «a ver si te explotan en la mano».
Esta protesta ha cogido a la empresa con el pie cambiado, y si bien un portavoz asegura que es injusta porque «no veo que los perros vayan a protestar a los chinos, que venden petardos que ni se sabe lo que llevan», también asume que las reivindicaciones caninas tienen una base de fundamento. Es por ello que ha anunciado que la empresa «trabaja ya en un petardo insonoro, en colaboración con el Massachussets Institute of Technology, basado en la tecnología del grito sordo de Ignatius Farray». Con esta novedad, que esperan que esté disponible a lo largo de este año, esperan rebajar el impacto de los voladores en los perros. Roque Nublo, sin embargo, ha avisado de que eso no va a frenar la protesta.
Los Hermanos Toste piden a los vecinos que dejen de llevar comida y agua a los perros.