El eminente psicólogo palmero, Manuel Carlos Almendrado, presidente del conocido colectivo de psicólogos palmeros raperos «T-RAPeutas del Verso «, colectivo que defiende el uso de recursos comunicativos como el Rap para conectar con la población más joven, ha señalado que durante los últimos años se ha producido un incremento considerable de visitas a sus consultas debido al deterioro importante en la calidad del turrón de almendra molida.
En palabras del propio Almendrado, que nos deja unas pinceladas de su psico-arte urbano, el origen del problema es el abuso del calificativo «blando», que acaba minando la moral del producto.
«El turrón sale al mercado, pero no es respetado. Lo miran con desprecio, sin ver su dignidad, un clásico del dulce, símbolo de calidad. La gente nos escribe, nos llama preocupada, ¿por qué esta, mi tableta, se siente maltratada?
Dicen que la almendra, ya no brilla igual, que su autoestima cae, que su rol es marginal. Ey, respeta la almendra, que ya está golpeada, Ey, repeta la almendra y no la llames blanda, Ey, respeta la almendra, bro, que está desanimada, trátala con cariño…. y dale confianza».
Es costumbre ya que el turrón aparezca en los supermercados cada vez más pronto con lo que se amplían los días en los que el producto debe soportar ese trato, algo despectivo, respecto a sus capacidades o su propia integridad. «A nuestra asociación acuden muchos consumidores preocupados por el producto, muy apreciado por cierto, y lo que les decimos es que…
La almendra está molida, machacada por la vida, las circunstancias duras, la tienen en caída. Ya no confía en sí, se siente sin valor, su autoestima baja, se apaga su sabor. La tratan con desprecio, su identidad se quiebra, ya no sabe quién es, todo se va a la m***da, Ahora traen cacahuetes, es por el beneficio, más barato, sí, bro… pero sin ese oficio…
Vivimos en una era en la que tomamos conciencia de la importancia de la inclusión, así que llamar a unos turrones duros y a otros blandos no hace más que generar una brecha emocional en el producto. Llamémoslo Turrón de almendra molida o turrón de textura suave, y descartemos de una vez el término blando.
Nosotros, que defendemos una sociedad donde los postres estén libres de complejos, seguiremos poniendo voz a este drama silencioso. Que el turrón no se queje no quiere decir que no sufra ante tu actitud, así que animamos a todos a que acudan a su supermercado de confianza y adopten un turrón de almendra molida.
Pobre turrón de textura suave,
Llamarle blandito, no entra en mis planes.